El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, anunció este miércoles, un día después de asumir el cargo, que su gobierno establecerá un programa de cooperación militar con Colombia para enfrentar al narcotráfico y el crimen organizado.
Al recibir la subordinación de las Fuerzas Armadas en un un cuartel militar de la capital, Giammattei dijo en su discurso que el acuerdo surgió tras reunirse con su par colombiano, Iván Duque, presente en la toma de posesión presidencial.
Anunció «una coordinación entre el Ejército de Colombia y el Ejército de Guatemala para que nos apoye en la lucha sin cuartel en contra de los enemigos de la libertad y la democracia amparados en el tráfico de las drogas, en el tráfico de armas y en la trata de personas», señaló el gobernante.
Guatemala, al igual que el resto de Centroamérica, es puente de paso para el narcotráfico internacional con apoyo de capos locales que trafican drogas desde Sudamérica hacia Estados Unidos, principalmente cocaína, utilizando avionetas, lanchas y hasta submarinos.
Según datos oficiales, las fuerzas antinarcóticos de Guatemala decomisaron 62.2 toneladas de cocaína durante la gestión del expresidente Jimmy Morales (2016-2020).
«Debemos mejorar y fortalecer los mecanismos de cooperación y coordinación con nuestros vecinos y socios en la lucha común en materia de seguridad», agregó Giammattei, un médico derechista de 63 años, quien sorprendió al llegar al acto en un scooter eléctrico.
El nuevo presidente de Guatemala, quien se apoya con muletas por padecer esclerosis múltiple desde adolescente, asumió el poder con la promesa de atacar a los grupos criminales y pidió al Congreso declarar a las pandillas como organizaciones terroristas.
La mitad de las 3,500 muertes violentas que se registran cada año en Guatemala están vinculadas a actividades del narcotráfico y las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dedicadas a la extorsión y el sicariato, de acuerdo con datos de instituciones de seguridad locales.