Estocolmo, Suecia | AFP |
Las mujeres salen mal paradas en las estadísticas de los premios Nobel: solo una medalla de cada 20. Pese a una reciente mejora, en los últimos dos años ninguna mujer ha recibido el prestigioso premio, que se entrega cada 10 diciembre.
Las distinciones científicas de Medicina, Física y Química, de Literatura y de Economía se entregan en Suecia, y la de Paz, en Noruega, dos países que se reivindican feministas y se enorgullecen de guiar al resto en la senda de la igualdad.
Sin embargo, aunque el número no haya dejado de aumentar desde la primera edición, pasando de cuatro laureadas entre 1901 y 1920 a 19 entre 2001 y 2017, las mujeres Nobel -48 en total- representan poco más del 5% de los 896 premiados de ambos sexos.
De los galardones originales -el de Economía se instituyó en 1968-, el de Física y el de Química son los más «misóginos», pues solo distinguieron a dos y cuatro mujeres respectivamente. Paradójicamente, la única mujer de la Historia premiada dos veces, Marie Curie, lo fue en esas dos categorías, en 1903 y 1911.
– Laboratorios vetados a las mujeres –
«Es una decepción, mirar atrás y ver que las mujeres han sido mucho menos premiadas», reconoce Göran Hansson, secretario permanente de la Academia Real de las Ciencias en Estocolmo, encargada de los premios de Física, Química y Economía.
«No hay ningún chovinismo masculino sustancial en los comités» de selección Nobel, asegura Hansson. Cuatro de esos comités (Medicina, Química, Paz, Literatura) están presididos por mujeres.
Para él, el que haya tan pocas laureadas se debe, en primer lugar, a que las puertas de los laboratorios les estuvieron cerradas durante mucho tiempo.
Un efecto «pirámide» confirmado por la física Anne L’Huillier, miembro de la Academia Real de las Ciencias y miembro del comité Nobel desde 2010.
«Es completamente evidente, sobre todo en las materias ‘duras’, excepto para las ciencias de la vida», asegura.
Con todo, el palmarés de los premios de Medicina, que atribuye el prestigioso instituto Karolinska, no resulta muy alentador: 12 mujeres de un total de 214 premiados, esto es, un 5,6%.
El «premio de Ciencias Económicas en memoria a Alfred Nobel», financiado por el Banco de Suecia, solo acabó en manos femeninas una ocasión, en 2009: la estadounidense Elinor Ostrom.
«Ustedes lo han visto, es verdad, somos todos hombres blancos, viejos hombres blancos», ironizó el jueves en Estocolmo Richard Thaler, Nobel de Economía 2017.
– El lugar de las mujeres en el siglo XX –
¿Y qué hay de la literatura en todo esto? Solo catorce poetisas o novelistas (12,3%) han sido premiadas. Sin embargo, la tendencia les es favorable, puesto que el 36% de los premios en esta disciplina han sido para mujeres desde 2007.
«Esto va en la buena dirección y nada nos dice que las estadísticas no puedan seguir mejorando. Pueden hacerlo y lo harán», escribió en su blog la secretaraa permanente de la Academia Sueca.
«La Academia Sueca no está pendiente de las estadísticas. Lo único que le preocupa a la Academia es la calidad», subrayó Sara Danius, enredada desde hace semanas en las revelaciones #metoo (#yotambien) que sacaron a la luz las estrechas relaciones de la academia y el francés Jean-Claude Arnault, casado con una académica y acusado de haber acosado, agredido o violado a numerosas mujeres jóvenes.
Es en el palmarés del Nobel de la Paz donde las mujeres están más representadas: 16 galardonadas de 104, un 15,4%. Aún así, muy lejos de la paridad.
Una realidad que da cuenta del «lugar de las mujeres en la sociedad del siglo XX», según Olav Njølstad, director del Instituto Nobel noruego.
Pero, como con los otros premios, las cosas van cambiando y en los últimos 15 años hubo seis laureadas.
En 2011, el comité noruego llegó incluso a premiar a tres mujeres al mismo tiempo: la presidenta liberiana Ellen Johnson Sirleaf, su compatriota Leymah Gbowee y la yemenita Tawakkol Karman, figuras destacadas de la «primavera árabe».
Una evolución que refleja también la feminización del comité.
«Con el tiempo, es naturalmente importante que hayamos pasado de un comité dominado por hombres a uno en el que estamos, más o menos, al 50/50 [de hombres/mujeres]», resaltó Olav Njølstad.