Opositores nicaragüenses fueron impedidos de manifestar este sábado en Managua debido a un fuerte despliegue policial con bombas aturdidoras, con saldo de al menos un herido, según los organizadores de la manifestación.
Los manifestantes, en grupos de unas 100 personas, quedaron atrapados por agentes antimotines en cuatro puntos indicados para concentrarse y luego marchar sobre la carretera a Masaya hacia la rotonda Centroamérica, al sureste de Managua.
Un joven fue alcanzado en la cabeza por una bomba aturdidora que le causó heridas y una mujer sufrió un desmayo ante la arremetida policial para impedir que los opositores salieran del estacionamiento del edificio donde se resguardaban, según el reporte de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB)
Los manifestantes, que llegaron a los puntos de concentración, optaron por realizar las protestas donde se encontraban y gritaban a los agentes «asesinos», «no tenemos miedo», en tanto cantaron el himno mientras agitaban la bandera de Nicaragua.
La policía prohibió las marchas opositoras hace un año y ha acusado a sus organizadores de haber participado en un intento de golpe de Estado contra el presidente Daniel Ortega.
La dirigente de la UNAB Ivania Álvarez manifestó su certeza de que Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, «se van a ir (del poder) porque no hay como se sostengan por la fuerza».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo a través de sus redes sociales que tuvo conocimiento de que los «manifestantes fueron reprimidos por la Policía Nacional cuando intentaban iniciar su marcha» y «condenó la violencia estatal».
La marcha, denominada «Nada esta normal», fue convocada por la UNAB para demandar la libertad para más de 100 personas, el derecho a la movilización y en memoria del estudiante Matt Romero, muerto a tiros cuando participaba en una protesta hace un año.
La policía puso retenes en las vías de acceso a Managua y requisó a pasajeros de autobuses y vehículos particulares, en uno de sus despliegues más grandes, en el que también uso perros.
Las casas de varios dirigentes de la UNAB fueron rodeadas desde tempranas horas del sábado, denunciaron los afectados en redes sociales.
Las protestas comenzaron en abril de 2018 contra una reforma a la seguridad social y derivaron en una demanda a la renuncia de Ortega y Murillo.
Organismos de derechos humanos estiman que la represión dejó 325 muertos, 2.000 heridos y 62,500 exiliados.