Las cosas no han cambiado a lo interno del pleno de la Corte Suprema de Justicia, (CSJ) que sigue dividido en dos bandos, sin que haya muchas explicaciones sobre lo que cada uno pretende. Ayer lunes, apenas si hubo una reunión express –para cumplir con orden de la CC– de menos de 15 minutos: proponen, votan, nadie gana y de vuelta a sus casas.
Las propuestas fueron las mismas, así como los votos para cada uno de ellos Nery Medina, del bloque mayoritario volvió a sumar 8 votos –Silvia Valdés, Elizabeth García, Antonio Pineda, Felipe Baquiax, Vitalina Orellana, Sergio Pineda, Néster Vásquez y el suyo–, mientras que Delia Dávila obtuvo los cuatro restantes –el de ella y los de María Morales, Ranulfo Rojas y Silvia García Molina–. De esta manera están las fuerzas, que no se han movido desde el primer día.
Aunque no se reconocen así, al grupo mayoritario se le mira como el oficial, aunque la magistra Valdés, presidenta en funciones, ha votado en contra en una ocasión, con el evidente afán de confundir a la prensa y organizaciones que siguen en vivo cada votación.
Se ha sabido también que tras las sesiones de pleno se han dado algunas reuniones fuera del edificio de la CSJ para buscar soluciones o salidas, pero no se quiere ceder de parte del grupo de los 8, que no temen prolongar las votaciones todo el tiempo necesario. Ya hubo una Corte que se tardó más de un mes –49 sesiones– para la elección del Presidente.
Al término de la reunión express, los magistrados –que ayer se integraron con más de 3 horas de retraso con respecto a la convocatoria– los magistrados fueron citados para la tarde del martes a las 17:00 horas. Para que tengan tiempo de ver su partido de la Copa del Rey, comentó en voz baja una de las magistradas a un periodista en son de broma.