La plana mayor del movimiento independentista catalán que proclamó la secesión comparecía este jueves ante la justicia española en Madrid acusada de rebelión y secesión, sin su líder Carles Puigdemont, que permanece en Bélgica y cuya ausencia fue objeto de algunas críticas.
Los encausados llegaron hacia las 09H00 de la mañana (08H00 GMT) sin hacer declaraciones y acompañados de otros políticos independentistas que fueron a expresarles su apoyo.
En la Audiencia Nacional estaban citados los 14 miembros del gobierno catalán depuesto y, en el Tribunal Supremo, seis diputados, todos ellos como sospechosos de rebelión, sedición y malversación de fondos.
Sin embargo, la declaración de los seis diputados, entre ellos la presidenta del parlamento catalán Carme Forcadell, fue aplazada hasta el 9 de noviembre, un plazo solicitado por las defensas alegando que sólo habían tenido un día para preparar su estrategia y necesitaban más tiempo. La única medida cautelar que impuso la corte fue estar telefónicamente a disposición de la policía.
«La defensa ha pedido un tiempo para preparar de una manera más razonable su estrategia», dijo el abogado Javier Melero, que respondió «por supuesto» cuando se le preguntó si Puigdemont debería haber acudido.
«Supongo que forma parte de una estrategia judicial», dijo sobre la ausencia de Puigdemont la portavoz de su partido, el PDeCAT, Marta Pascal.
De los 14 miembros del gobierno destituido citados a declarar, faltaban cinco, incluyendo a Puigdemont, que se fue a Bélgica denunciando la ausencia de garantías judiciales y desde allí anunció que no comparecería.
En cambio, sí acudieron el número dos Oriol Junqueras y el titular de Exteriores, Raúl Romeva, y el portavoz Jordi Turull, el primero en declarar.
Los 20 estaban citados en calidad de investigados por rebelión, sedición y malversación de fondos por su papel en la proclamación de la república catalana el 27 de octubre, a la que el gobierno central de Mariano Rajoy respondió con el cese del ejecutivo catalán y la disolución del parlamento.
Se trata de delitos muy graves que pueden acarrear hasta 30 años de cárcel.
«Estas citaciones se enmarcan en un sumario sin fundamento jurídico que sólo busca castigar ideas», denunció Puigdemont en un comunicado.
El dirigente de 54 años aclaró sin embargo que algunos de sus consejeros iban a responder a la convocatoria «como denuncia de la falta de garantías del sistema judicial español y de su voluntad de perseguir ideas políticas».
«No va a Madrid, he propuesto que lo interroguen aquí en Bélgica», anunció a la televisión pública catalana TV3 el abogado belga Paul Bekaert.
Su antecesor en el cargo, Artur Mas, que acompañó a los encausados hasta los tribunales, dijo que la acción de la justicia española es contraproducente.
«Si ustedes miran las encuestas más recientes, comprobarán que el sentimiento y la voluntad hacia la independencia de Cataluña está creciendo en nuestro país, en Cataluña. Y por lo tanto, insisto, ni tribunales ni violencia son la solución», dijo Mas a la prensa.
– ¿Orden de detención de Puigdemont? –
En cambio, el delegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo, consideró que el ejecutivo catalán era el único responsable de su suerte.
«Si durante todo este tiempo hubiera habido una actitud de la Generalitat de buscar un camino alternativo que no nos llevara a este callejón sin salida, seguramente no estaríamos en esta situación», dijo a TV3.
De los 20 encausados, el único no independentista, Joan Josep Nuet, acusó de irresponsabilidad a Puigdemont y expresó su temor de que todos acaban siendo encarcelados por su culpa, como es el caso de dos líderes de organizaciones cívicas independentistas, «los Jordis», Jordi Cuixart y Jordi Sánchez.
«Creo que esta actitud del presidente Puigdemont puede hacer que todas las personas que mañana estén citadas acaben en la prisión preventiva porque, de alguna forma, les está enseñando el camino de que escaparse es posible», dijo Nuet el miércoles a la emisora Catalunya Radio.
Nuet, que es diputado, tiene que declarar como miembro de la mesa del parlamento que permitió la tramitación de la declaración de independencia.
La incomparecencia de Puigdemont podría desembocar en su detención en Bélgica, a petición de las autoridades españolas, y en un proceso de extradición que, dependiendo de su duración, podría hacer que el líder separatista no estuviera de regreso antes de las elecciones catalanas del 21 de diciembre.
Aunque estos comicios fueron convocados por el gobierno de Rajoy tras asumir el control de la administración catalana, los principales partidos independentistas aceptaron participar.