Una senadora demócrata presentó un proyecto de ley para reformar el sistema electoral indirecto del presidente de Estados Unidos, alegando que Donald Trump recibió menos votos a nivel nacional que su rival Hillary Clinton.
«Es el único país en el que se puede obtener más votos y no obstante perder la presidencia», argumentó la senadora por California Barbara Boxer. «El colegio electoral es un sistema obsoleto y antidemocrático que no refleja a nuestra sociedad moderna, (el sistema) debe cambiar inmediatamente. Todos los estadounidenses deben tener la garantía de que su voto cuenta», afirmó.
Con el actual sistema, los votantes eligen a 538 compromisarios que se reparten por estados conforme su población. El candidato más votado en cada estado (con la excepción de Maine y Nebraska) logra todos sus compromisarios, rompiendo la proporcionalidad y permitiendo que el ganador del voto popular no sea siempre obtenga más delegados.
Debido a este sistema, Trump ganó 306 grandes electores contra los 232 que obtuvo Clinton (a falta de completar el conteo en Michigan). Al mismo tiempo, la demócrata superó en más de un millón de sufragios al republicano a nivel nacional, casi un punto porcentual de ventaja.
El magnate había denunciado varias veces durante la campaña un sistema «amañado» y amenazó con no reconocer los resultados de la elección. Sin embargo, el martes defendió el proceso. «En realidad, es genial, en el sentido en que reúne a todos los estados, incluyendo a los más pequeños, en el juego. ¡La campaña es muy diferente!».
Además, Trump argumentó que si la elección se hubiese decidido con voto popular, él hubiera hecho más campaña en Nueva York y California (estados que no recorrió por ser históricamente demócratas) y aseguró que «habría ganado fácilmente».
Una petición lanzada en el sitio Change.org, que denuncia los defectos del sistema indirecto, contaba hasta el sábado con la firma de 3,5 millones de personas que reclaman que los miembros el colegio electoral elija a Clinton y no a Trump. en la reunión que sostendrán el próximo 19 de diciembre.
Técnicamente, el cambio de postura es posible, pero el pedido tiene pocas posibilidades de prosperar debido a que los grandes electores son escogidos cuidadosamente por los partidos y su voto es una simple formalidad.
*Con información de Infobae y agencias internacionales