Si hay un podio olímpico de todos los tiempos, seguramente habría dos atletas a los que nadie les negaría un lugar entre los tres mejores de la historia de los Juegos Olímpicos: ellos son Michael Phelps (USA) y Usain Bolt (JAM), que se han despedido del olimpismo luego de alcanzar la cúspide de sus carreras en Río 2016.
Ubicar a los atletas de cualquier deporte en un Top 10 histórico, es siempre complicado y desencadena polémicas apasionadas. En el caso de estos mega astros de la natación y el atletismo, no cabe la menor duda. Repetir sus hazañas será difícil, por no decir imposible.
Phelps se convirtió, en los juegos de Río en el atleta más laureado en la historia olímpica. Con 31 años ha demostrado como se pueden escribir páginas gloriosas en el deporte. Deberán pasar muchos Juegos Olímpicos —y, tal vez, nunca ocurra—, para que algún atleta pueda soñar con alcanzar la marca de 28 medallas (23 de oro) que él obtuvo así: Atenas 2004 (seis de oro, dos de bronce); Pekín 2008 (ocho de oro); Londres 2012 (cinco de oro, dos de plata) y; Río 2016 (cinco de oro y una de plata).
Este prodigioso nadador estadounidense ha dominado la natación desde el Campeonato Mundial en Yokohama 2002, lo que le supone haber sido el mejor en varias especialidades del deporte, a lo largo de 14 años. Nadie ha dominado tanto tiempo al nivel de mejor del mundo.
Posiblemente, a un peldaño debajo de Phelps, estaría el velocista jamaiquino Usain Bolt, quien impuso su nombre, con sendas medallas de oro, en tres Juegos Olímpicos consecutivos, en la especialidad de 100 metros planos, lo cual permite atribuirle la cualidad de hombre más rápido del planeta. En los finalizados Juegos de Río obtuvo tres medallas, algo que ningún velocista había conseguido antes, lo cual lo catapulta como uno de los mejores de todos los tiempos.
Él ha dominado las pruebas de velocidad desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y desde entonces ha superado a grandes rivales en las pistas. Participar en cada olimpiada, en solo tres competencias, no alcanza el nivel de medallas de Phelps, pero su nivel es extraordinario.
Ellos serían el oro y la plata del podio de todos los tiempos. Dejan para la disputa del bronce histórico a otros deportistas que han logrado hazañas significativas, pero que no alcanzan siquiera a llegar al Olimpo en el que habitan estos dos atletas.