Perú empezó el jueves a reabrir gradualmente los museos y sitios arqueológicos de cara a reactivar la economía, aunque con restricciones, como parte de la nueva normalidad impuesta por la pandemia.
La famosa ciudadela incaica de Machu Picchu, la joya de la corona del turismo peruano, abrirá el sábado para los habitantes de la región andina de Cusco, donde está situada, y a partir del 1 de noviembre para el resto de turistas nacionales y extranjeros, según las autoridades.
«Estamos reabriendo hoy 18 museos en todo el país, con aforos al 50%», declaró el ministro de Cultura, Alejandro Neyra, en el templo prehispánico de Pachácamac, al sur de Lima, que visitó para realzar su reapertura.
El ingreso a estos lugares, que permanecían cerrados desde que hace siete meses la pandemia irrumpió en el país, será gratuito por 30 días.
«Con esto estamos contribuyendo a la reactivación cultural, económica y anímica de la región y el país», indicó Neyra.
Protocolo
Las autoridades exigirán a los visitantes llevar mascarilla, evitar aglomeraciones, mantener la distancia física y medirse la temperatura para certificar que no tienen fiebre, como parte de los protocolos de bioseguridad en esta etapa de «nueva normalidad».
Las visitas se realizarán en grupos reducidos de hasta ocho personas y con inscripción previa a través de las redes sociales del Ministerio de Cultura, de los museos y sitios arqueológicos.
Entre los primeros sitios autorizados se encuentran las fortalezas incaicas de Sacsayhuamán, Pisac y Ollantaytambo, todas ellas en los alrededores de Cusco, la antigua capital del imperio inca.
Por etapas
En una primera etapa, abrirán los martes, jueves y sábados para progresivamente, en función de si hay una evolución favorable de la pandemia, ampliar su horario.
En relación a Machu Picchu, el ministerio de Cultura cifró el acceso en un 30% «por su condición especial de patrimonio de la humanidad». Según los nuevos protocolos, solo podrán ingresar 675 turistas por día.
La ciudadela de piedra permanece vacía desde que se decretó la emergencia sanitaria el 16 de marzo y aunque las autoridades esperaban reabrirla en julio, desistieron porque los contagios continuaron en alza en Cusco.
Pese a que Machu Picchu todavía sigue cerrada, un japonés se convirtió el pasado domingo en el primer turista en siete meses en visitarla.
Las autoridades permitieron el ingreso de Jesse Takayama, de 26 años, quien estaba varado en el pueblo aledaño a Machu Picchu desde marzo.
El japonés tenía su boleto comprado para visitar la ciudadela en marzo, pero un día antes se decretó la emergencia sanitaria.
Antes de la pandemia, ingresaban a la ciudadela entre 2,000 y 3,000 personas por día, y en temporada alta, hasta 5,000. En marzo, en el último día de visita, ingresaron 2,500 personas.
Desde que Machu Picchu abrió al turismo en 1948, la mítica ciudadela solo había cerrado antes únicamente dos meses en 2010, cuando un aluvión destruyó la vía férrea desde Cusco.
Perú registra más de 33,500 muertos por coronavirus y casi 857,000 casos confirmados.