Un grupo de expertos internacionales concluyó el viernes que el premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda no murió de cáncer, como dice su certificado de defunción emitido poco después del golpe militar en 1973, aunque no se pudo confirmar si fue asesinado.
Tras cinco días de análisis de la documentación médica y científica recopilada durante los cinco años de una investigación judicial sobre la muerte del poeta comunista, el panel de especialistas excluyó unánimemente la existencia de «caquexia cancerosa» producto de un cáncer prostático que el poeta padecía y que indicó el certificado de la clínica Santa María de Santiago en la que murió el 23 de septiembre de 1973.
«Lo que sí es cierto, es rotundamente cierto al 100% que el certificado (de defunción) no refleja la realidad del fallecimiento», afirmó en conferencia de prensa el doctor Aurelio Luna, en nombre de los expertos convocados para determinar si Neruda había sido asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El simposio con 16 expertos de Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, España y Chile -12 de ellos en Santiago y cuatro que trabajaron desde el exterior- no pudo confirmar o excluir la hipótesis de que existió una contaminación voluntaria y deliberada para matar al poeta mediante la administración de gérmenes o toxinas bacterianas.
«Hoy no tenemos esa conclusión definitiva, no tenemos la determinación de que efectivamente hubo intervención de terceros», declaró, por su parte, el juez Mario Carroza, quien lleva adelante el caso.
El trabajo de los expertos se realiza en medio de la investigación que inició Carroza en 2011 luego que Manuel Araya, chofer y asistente personal de Neruda, declarara que el vate fue trasladado desde su casa en la localidad de Isla Negra, en el litoral central, a la clínica Santa María en Santiago, donde habría sido inyectado con un veneno causándole la muerte.
«Estoy contento, por una parte, de que me hayan escuchado. El mundo me ha escuchado, más el mundo porque la prensa chilena no me dio mucho más (…) y gracias a ellos esto llegó hasta donde llegó», dijo Manuel Araya a la AFP.
Las declaraciones de Araya han sido apoyadas por parte de la familia de Neruda que mantiene una demanda ante la justicia para esclarecer la muerte del poeta ganador del premio Nobel de Literatura en 1971, y autor de obras como ‘Canto General’ o ’20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada’.
-Arma biológica-
Los peritos descubrieron una nueva bacteria ajena al cáncer que padecía, que ya se encuentra bajo estudio en laboratorios de Canadá y Dinamarca, y que en un plazo de un año dará mayores luces sobre las causas reales del deceso de Neruda.
«Estamos pendientes precisamente de poder establecer el origen y de si se trata de bacterias que procedan de laboratorio, modificadas y cultivadas con fines de utilización como arma biológica, si tienen un origen exógeno o bien si se trata de un origen endógeno dentro de un proceso de infección», explicó el doctor Luna.
Tras la exhumación de los restos de Neruda en 2013, estudios realizados en Chile y el extranjero descubrieron un «estafilococo dorado», una bacteria altamente infecciosa que puede ser letal, pero que no fue prueba contundente para determinar si ésta fue la causa de la muerte.
Neruda murió a los 69 años. Su salud se deterioró cuando iba a dejar el país luego del golpe para exiliarse en México, donde sería un prominente referente de la resistencia a la dictadura de Pinochet.
El deceso del premio Nobel se produjo en la misma clínica en la que en 1982 murió el expresidente Eduardo Frei Montalva, también por causas dudosas e investigadas judicialmente, ya que fue otro férreo opositor de Pinochet.
Durante la dictadura de Pinochet, murieron más de 3.200 personas, según datos oficiales.