Durante el segundo día de audiencia en el Tribunal de Mayor Riesgo B, tras la detención del expresidente Otto Pérez Molina, éste presto su primera declaración en la que niega los cargos formulados por el Ministerio Público.
Luego de escuchar docenas de llamadas telefónicas grabadas que supuestamente comprueban la participación del exgobernante en las negociaciones ilícitas llevadas a cabo por la red de defraudación aduanera denominada La Línea, él negó las acusaciones y dio a conocer datos inéditos.
Por ejemplo que, incluso antes de su mandato, recibió ofrecimientos millonarios para liberar a narcotraficantes; que solo se reunió una vez con el Directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) para coordinar la “intervención operative de Aduanas” y con el superintendente de turno, no más de 5 veces.
Por otro lado, expuso que el cambio del exsuperintendente Carlos Muñoz fue lógico y “cantado” porque nunca alcanzó las metas de recaudación establecidas y que eligió a Omar Franco, quien formaba parte de una terna que le presentó el Directorio, como lo hace con jefes de otras instituciones como el mismo Ministerio Público.
Algunas frases en su defensa:
Me he tomado cientos de fotos con gente que no conozco.
No entiendo cuál es la intención de involucrarme.
Yo no uso testaferros; lo que he tenido son representantes legales.
Cuando tengo que decir algo no busco mensajeros.
Los US$800 mil que dicen que me pagaron, no valen mi nombre, trabajo y trayectoria.
He cometido errores, pero de buena fe y no para robar dinero de los guatemaltecos.
Voy a seguir dando la cara para demostrar mi inocencia.
Deberíamos tener un “clamorímetro” para saber hasta dónde llega el clamor popular.