En medio de las fuertes críticas, el candidato republicano, Donald Trump, sin dar tregua en su postura antimigratoria, visitó México, país al cual ha criticado por enviar migrantes ilegales.
Sin abordar en temas polémicos, ambos políticos se reunieron por dos horas en tierras mexicanas y ante la prensa pronunciaron discursos livianos sobre el enfrentamiento entre Trump y la comunidad migrante. «Sí hablamos sobre el muro, pero no hablamos de cómo pagarlo. Eso lo haremos después», dijo Trump, de pie junto a Peña Nieto, quien calificó los insultos de Trump hacia los mexicanos — «violadores» y «criminales» — como «malinterpretaciones».
El presidente mexicano hizo una tibia defensa de sus connacionales al recordarle a Trump que su prioridad es proteger a los mexicanos donde quiera que se encuentren, que todos merecen respeto y que son gente trabajadora que sostiene la economía de Estados Unidos. A cambio, Trump moderó levemente su tono contra los mexicanos y dijo que quiere y respeta a todos, palabras consistentes con sus últimos mitines en el que muchos sectores consideran que se trata de un coqueteo con el voto latino.
La reunión diplomática, criticada por distintos sectores de México, se produjo de manera sorpresiva y ocurrió horas antes de que el magnate presente su política migratoria, la cual todos vaticinan que podría presentar grandes cambios en busca de rectificar su mensaje calificado de racista y xenófobo.
*Con información de Vice News y El País