Un tribunal japonés dictó pena de muerte este lunes para un hombre declarado culpable del asesinato de 19 personas con discapacidad mental en 2016, una de las peores matanzas de la historia reciente del país.
Satoshi Uematsu, de 30 años, había reconocido ser el autor de esta masacre con arma blanca en una residencia para discapacitados mentales en Sagamihara, un suburbio al oeste de Tokio, donde había trabajado antes.
«Se ha quitado la vida a 19 personas. Es extremadamente grave», declaró el juez Kiyoshi Aonuma. «No cabe la clemencia», estimó.
La fiscalía había solicitado la pena de muerte.
Los abogados de Uematsu afirmaron durante el juicio que su cliente no era culpable porque sufría «trastornos mentales» en el momento de los hechos debido al consumo de estupefacientes.
«Planeó su acto con anticipación y tenía una intención extrema de matar», dijo el juez el lunes.
Juzgado por seis cargos, incluido el de asesinato, Uematsu había afirmado que no tenía la intención de apelar el veredicto, según la prensa japonesa. Pero también estimaba que no merecía la pena de muerte.
La matanza de Sagamihara conmocionó a Japón, donde la tasa de criminalidad es muy baja.
Uematsu horrorizó asimismo a la opinión pública al afirmar que odia a los discapacitados mentales y al no mostrar remordimientos en las entrevistas concedidas a los medios de comunicación locales desde la cárcel.