El sábado un paracaidista chocó contra un poste y quedó suspendido durante el desfile militar de la fiesta nacional de España, sin poder aterrizar delante del rey y aportar la bandera como estaba previsto.
La multitud que asistió al desfile y todos los telespectadores que lo seguían en directo pudieron ver el choque y como el paracaidista se enredó alrededor de la farola, de la que quedó suspendido unos minutos.
Estaba previsto que el militar aterrizara delante de la tribuna desde donde presenciaba el desfile el rey Felipe VI, su esposa Letizia y sus hijas, que le aplaudieron en señal de apoyo.
El paracaidista dejó caer la enseña española, para que fuese izada en este «día de la hispanidad» que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
Según el ministerio de Defensa citado por la prensa, este militar -que cuenta con 600 saltos en paracaídas en su haber- no resultó herido en el impacto.
Más de 150 vehículos y 4,200 militares, guardias civiles y miembros de las fuerzas de seguridad participaban en este desfile terrestre y 76 aviones sobrevolaban el Paseo del la Castellana en Madrid, según el ministerio.
El rey presidió la ceremonia junto al presidente del Gobierno socialista saliente, Pedro Sánchez.
Los presidentes de las regiones estuvieron igualmente presentes, salvo los de Cataluña y el País Vasco, que no participan en este evento desde hace varios años.
Momento emotivo
El incidente dio lugar a unos de los momentos más emotivos, ya que rel rey Felipe quiso que en su tradicional despedida a los jefes militares estuviera presente el cabo accidentado, Luis Fernando Pozo, quien estaba muy afectado por lo sucedido. El monarca charló un rato con él intentando darle ánimos, y la Reina le dijo: «No te preocupes». También se acercaron Doña Letizia, Leonor y Sofía que, rompiendo el protocolo, le dedicaron un espontáneo aplauso ante el cual el militar a duras penas pudo contener las lágrimas.