La lluvia es uno de los temas predilectos de conversación de los británicos. Y ahora, confinados en sus casas debido al coronavirus, un grupo científico les ha pedido que cooperen transcribiendo viejos registros de pluviometría para entender mejor la evolución climática.
«A los británicos les encanta hablar del tiempo. También les encanta medirlo», dice con humor el proyecto Rainfall Rescue en su página web.
El problema es que existen miles de registros manuscritos anteriores a 1961 cuyos datos nunca se habían transferido a una base de digital.
Los científicos del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas y la Universidad de Reading quieren llenar esas lagunas, que abarca el período entre los años 1820 y 1950, y aprovechando que mucha gente tiene ahora más tiempo libre, lanzaron un llamado público de ayuda.
Según Rainfall Rescue, más de 7.700 voluntarios respondieron desde el jueves y el 68% de las tareas se habían completado el viernes.
«En 24 horas se transcribieron 450.000 lecturas», anunció Ed Hawkins, climatólogo de la Universidad de Reading, en Twitter claramente impresionado por el éxito de la convocatoria.
Con esta iniciativa los científicos buscan comprender, por ejemplo, por qué octubre de 1903 fue el mes más húmedo jamás registrado en el Reino Unido.
O desentrañar misterios como las sequías de 1921 o las de las décadas de 1880 y 1890.
El objetivo es comprender mejor cómo se articulan los períodos de lluvia y sequía, en particular para permitir a las compañías de agua anticiparse mejor a ellos, aseguran.