¿Duras sanciones a la vista? La Comisión de Disciplina de la Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP) se reúne el miércoles (15H00 GMT) para estudiar las acusaciones de racismo u homofobia contra la superestrella del París Saint-Germain Neymar y el defensa del Marsella Álvaro González, que corren un gran riesgo después del turbulento PSG-Marsella del 13 de septiembre.
¿Trató de «mono» Álvaro a Neymar, tal y como asegura el brasileño? ¿Le replicó éste con unas palabras de carácter homófobo, como afirma una televisión española? ¿El brasileño profirió además un insulto racista al japonés Hiroki Sakai, según cree saber una fuente cercana al OM?
Estas acusaciones han animado un intenso debate desde el Clásico francés, ganado por los marselleses en el Parque de los Príncipes (1-0) al final de un partido extrañamente agresivo que terminó entre peleas, insultos y expulsiones.
El fin de este caso está programado el miércoles por la noche, cuando acabe la reunión de la Comisión de Disciplina de la LFP, salvo un improbable aplazamiento del veredicto. La Comisión abrió una instrucción el 16 de septiembre, tres días después del partido, y ha contado con dos semanas para instruir el caso.
Hasta 10 partidos de suspensión
Aunque el reglamento disciplinario de la Federación Francesa prevé diez partidos de suspensión por un «comportamiento racista o discriminatorio», estas sanciones pueden ser «reducidas», «aumentadas» o «dejadas sin cumplimiento total o parcial» según las «circunstancias«, señala este mismo reglamento.
La jurisprudencia es casi inexistente en este tipo de temas: los casos que implican directamente a jugadores siguen siendo bastante raros en la historia reciente de la Ligue 1.
En 2007, el delantero del Lyon Milan Baros fue sancionado con tres partidos de suspensión por pinzarse la nariz agitando una mano delante, como alejando un mal olor, al dirigirse al futbolista camerunés del Rennes Stéphane Mbia.
Más recientemente, en 2013, el inglés del Marsella Joey Barton recibió una suspensión de dos partidos sin cumplimiento por parte del Consejo Nacional de Ética (CNE) luego de tratar al parisino Thiago Silva de «gordo» y «transexual» en las redes sociales.
Después de unos días de acusaciones cruzadas entre el PSG y el Marsella, la tensión se ha ido reduciendo a la espera del veredicto. «Dejamos que la Liga realice su investigación. El jugador ha sido convocado por la Comisión, no puedo decir nada si hay una investigación, le toca a la Liga gestionar sus investigaciones», declaró el pasado jueves el técnico del Marsella, André Villas-Boas, quitando hierro al asunto.
Tuchel «preocupado»
El caso Álvaro-Neymar «dura», lamentó su compañero Morgan Sanson. «Nosotros hemos dado nuestro apoyo a Álvaro. Es muy fuerte mentalmente, muy complicado, es un gran tipo centrado en su rendimiento, pero es difícil no estar afectado», añadió, luego de que el español presentara una denuncia tras haber recibido miles de amenazas de muerte después del partido.
Del lado parisino, el entrenador, Thomas Tuchel, se dijo «preocupado» de cara al veredicto, juzgando «desequilibradas» las sanciones que ya ha tomado la Comisión de Disciplina, cuando «sobre el terreno de juego tuve la sensación de que la agresión y la reacción eran equilibradas».
Hasta el momento ya se han emitido dos tandas de sanciones: la primera afectó a los marselleses Jordan Amavi (3 partidos) y Darío Benedetto (1 partido), y a los parisinos Layvin Kurzawa (6 partidos), Leandro Paredes (2 partidos más uno sin cumplimiento) y también Neymar (2 partidos más uno sin cumplimiento).
La segunda afectó al argentino Ángel di María (4 partidos) por escupir en dirección a Álvaro González. Esto dejará muy diezmado al PSG en las próximas semanas, a la espera del veredicto sobre Neymar.