El «Kaiser Franck» Ribéry se ha marchado, pero el Bayern Múnich se enfrenta el sábado (18h30 GMT) al Borussia Dortmund en la Supercopa de Alemania, para escribir la primera página de una nueva historia, con un acento muy francés con sus cuatro mosqueteros Kingsley Coman, Corentin Tolisso, Benjamin Pavard y Lucas Hernández.
Si todos no jugarán el sábado, Kingsley Coman y los tres campeones del mundo, Tolisso, Pavard y Hernández, encarnan el futuro del club bávaro, fuertemente rejuvenecido pero al que puso en aprietos la pasada temporada el Borussia Dortmund en Bundesliga y que fue eliminado en octavos de final de la Liga de Campeones.
«El fútbol francés se ha distinguido estos últimos años por su excelente formación técnica y táctica», comenta el director deportivo Hasan Salihamidzic, que trabajó para fichar a Pavard (Stuttgart) y Hernández (Atlético Madrid), ambos de 23 años.
Antes de ellos, cinco franceses habían defendido los colores del «Rekordmeister»: Jean Pierre Papin, Bixente Lizarazu, Willy Sagnol, Valerien Ismaël y Ribéry, convertido tras doce temporadas en un ídolo del Allianz Arena.
El club bávaro continúa por tanto su historia de amor con los Bleus, invirtiendo 135 millones en el dúo Pavard-Hernández, de los cuales 80 en el exjugador del Atlético, ahora el futbolista más caro en la historia del club. Un récord que tenía hasta ahora Corentin Tolisso (41 millones).
El número de Lahm
«Soy yo el que debo demostrar a los dirigentes y a los aficionados que estos 80 millones de euros están bien invertidos», declaró Hernández en su presentación a principios de julio.
El club ya le ha honrado ofreciéndole el número 21, el que llevaba el legendario Philippe Lahm, que ha quedado vacante tras la retirada del defensa en 2017. El exjugador del Atlético, operado a finales de marzo de la rodilla derecha, se perderá el inicio de la temporada.
«Es rápido, robusto, juega de forma agresiva y gana muchos duelos. De alguna forma es como Bixente Lizarazu, que podía jugar como defensa central o lateral», analiza Willy Sagnol en la revista Kicker.
Benjamin Pavard, aunque afirma no tener miedo de jugar en el Bayern, debe confirmar su buen nivel tras una temporada complicada y el descenso de su anterior club Stuttgart a segunda división.
Su capacidad de poder jugar en defensa en «cualquier posición», como su compañero Hernández, ofrece al entrenador Nico Kovac un amplio panel de posibilidades para componer su defensa.
Coman el más antiguo
«Benjamin va a aportar su voluntad de hierro y su sed de títulos», asegura Salihamidzic. Importante para un club que persigue la Liga de Campeones desde 2013 y cuya hegemonía nacional no esconde su relativo declive en la escena europea.
En el centro del centro del campo, Kovac podrá contar con Tolisso, que festeja el sábado sus 25 años e inicia su tercera temporada en el Bayern, pero que se perdió casi toda la campaña pasada debido a una lesión de ligamentos cruzados en una de sus rodillas.
El exjugador del Lyon deberá luchar en el centro del campo por un puesto de titular con el internacional alemán Leon Goretzka.
En cuanto a Coman, es el más antiguo de los franceses en el Bayern, pese a sus 23 años, en su quinta temporada. Considerado como el sucesor natural de Ribéry, ha visto su carrera minada hasta ahora por las repetidas lesiones y debe todavía imponerse al más alto nivel europeo.
Tras estar nueve meses casi sin jugar en 2018, debido a dos lesiones en el tobillo izquierdo, el parisino dejó el terreno de juego el miércoles tras un golpe en una rodilla en partido de preparación contra el Tottenham, pero estaría disponible el sábado para el duelo en Dortmund.