El papa Francisco manifestó este lunes su preocupación por los millones de personas en todo el mundo que viven de economía informal y que se han quedado sin trabajo por las medidas contra el coronavirus.
«En estos días tanta gente ha perdido el trabajo…», lamentó el papa al iniciar la tradicional misa matutina en la capilla de su residencia en el Vaticano.
«Muchos de ellos trabajaban en forma ilegal. Oremos por estos hermanos y hermanas nuestras que sufren por la falta de trabajo», pidió Francisco.
El papa argentino, sumamente sensible a los problemas sociales, suele pedir y orar casi todos los días por las víctimas directas e indirectas del coronavirus y envía inclusive ayuda económica a los sectores más frágiles de la sociedad tanto en Italia como en otros países golpeados por la pandemia.
A comienzos de mayo, el limosnero del papa Francisco, el cardenal Konrad Krajewski, repartió dinero a un grupo de transexuales, la mayoría latinoamericanos, que se dedican en Roma a la prostitución y que al quedarse sin clientes pidieron asistencia al párroco de Torvaianica, una localidad marítima a las afueras de la capital.
Los transexuales grabaron un audio en español para agradecer al pontífice su ayuda.
Francisco, que cuando era un simple religioso en Argentina solía visitar a los detenidos y pobres de los barrios marginales, ha querido mantener esa relación desde que fue elegido pontífice en 2013.
Recientemente envió una carta a los movimientos populares del mundo en la que reconoce que llegó el tiempo para «un salario universal» ante el aumento de la brecha entre pobres y ricos.
El domingo pidió a los líderes de la Unión Europea (UE) que hagan frente al impacto social y económico desatado por la pandemia del coronavirus.
El pedido fue hecho durante el rezo del Regina Coeli, que sustituye al ángelus.