Pandilleros guatemaltecos encarcelados en una prisión de Ciudad de Guatemala tomaron este jueves como rehenes a guardias del Sistema Penitenciario (SP) en rechazo al traslado de líderes para impedir extorsiones desde la cárcel, informó una fuente de la institución.
El vocero del SP, Carlos Morales, dijo a periodistas que cuatro guardias del Centro Preventivo para Hombres de la capital fueron retenidos por los pandilleros del Barrio 18 que guardan prisión en esa cárcel.
«En el sector 11 del Preventivo, privados de libertad nos retuvieron a cuatro elementos del Sistema Penitenciario y nuestros agentes del sistema élite iniciaron un diálogo para rescatar» a los retenidos, agregó.
Uno ya fue liberado pero los otros tres siguen en poder de los miembros de esa temible pandilla, comentó.
La toma de los guardias como rehenes se da tres días después de que pandilleros de la prisión conocida como «El Infiernito» secuestraran a 10 guardias y los liberaran por el despliegue policíaco y sin llegar a un acuerdo con las autoridades.
La toma de rehenes el lunes se dio horas después de que las autoridades trasladaran a unos 40 líderes de esa organización criminal del Centro Preventivo hacia varias prisiones del país.
Morales afirmó que el objetivo es que los líderes pandilleros estén en distintas cárceles para combatir las extorsiones, pues fueron reubicados en lugares donde no tienen comunicación telefónica con el exterior.
Según Morales, los pandilleros dirigían desde prisión el cobro de extorsiones a comerciantes, taxistas y transportistas.
El presidente del país, Alejandro Giammattei, envió un mensaje a la nación ese lunes y fue enfático en que no darán marcha atrás en la dispersión de «los jefes responsables de asesinatos y violencia».
Datos oficiales indican que el narcotráfico y las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dedicadas a la extorsión y el sicariato, provocan casi la mitad de las 3,500 muertes violentas que ocurren cada año en Guatemala.
Giammattei, en su discurso de toma de posesión en enero pasado, propuso impulsar en el Congreso la tipificación de las pandillas como grupos terroristas, pero aún no ha concretado el planteamiento.