El presidente panameño, Laurentino Cortizo, inauguró este viernes sobre el Canal de Panamá un gigantesco puente atirantado de casi cinco kilómetros, el más largo del país.
Asimismo, entre sus características ostenta un récord mundial. La obra es el «puente atirantado de concreto a cuatro carriles con la luz de espacio entre las columnas centrales más larga (del mundo), con 530 metros», dijo durante su discurso el administrador del Canal, Jorge Quijano.
«Esta obra representa el vencimiento del mayor obstáculo físico para el desarrollo de proyectos de infraestructura de la región», añadió.
El puente, ubicado a la entrada del canal en su lado Atlántico, tiene un tramo atirantado de 1.050 metros antecedido de viaductos de acceso que en total suman 4,6 kilómetros de longitud.
Construido por la compañía francesa Vinci, está situado en la provincia de Colón, tres kilómetros al norte de los complejos de esclusas de Gatún y Agua Clara.
«Todo el país se beneficia» con este «extraordinario puente», dijo Cortizo durante un discurso que finalizó exhibiendo un pequeño letrero con la palabra «gracias».
«Cuarenta mil personas directamente se benefician» con esta obra, sostuvo el mandatario, quien agregó que esta inauguración lo emocionó más que su toma de posesión el pasado 1 de julio.
El puente está a 75 metros sobre el nivel del mar, mientras que la elevación máxima de las torres principales es de 212,5 metros sobre el agua.
La obra inició en 2013 y el monto de los contratos adjudicados fue de 454 millones de dólares.
Este es el tercer puente sobre el Canal, tras el Puente de Las Américas y el Puente Centenario en el Pacífico, y es el más largo del país centroamericano.
Para su construcción se utilizaron «mezclas de concreto de amplia resistencia e impermeables que garantizan una vida de servicio como mínimo de 100 años», indicó Quijano.
Por el Canal de Panamá pasa el 5% del comercio marítimo mundial, según estimaciones. Sus principales usuarios son Estados Unidos, Japón y China.