Otra noche de protestas contra la policía de EE. UU. en Louisville

Más de un millar de personas, desafiaron el jueves la segunda noche de toque de queda en Louisville en protesta por la no inculpación de los policías involucrados en la muerte de la afroestadounidense Breonna Taylor y algunos de los manifestantes se refugiaron en una iglesia.

Dos oficiales recibieron disparos la noche previa luego que las autoridades anunciaron que un gran jurado decidió no acusar a nadie por la muerte de Taylor, una enfermera de 26 años que perdió la vida en marzo durante un tiroteo cuando la policía irrumpió en su apartamento.

La noche del jueves más de un millar de personas marcharon por el centro de la ciudad; que estaba mayormente bloqueado al tránsito y con los negocios con sus vidrios protegidos contra eventuales disturbios.

«Ya no hay como mantenerse pacífico», dijo Michael Pyles, un hombre negro de 29 años que dice estar protestando desde 120 días y llevaba una pistola 9 mm.

«Salimos a proteger a nuestra gente y la gente nos apoya», dijo. «Estamos bajo ataque», añadió.

Bajo toque de queda entre las 21H00 y las 06H30, un centenar de personas se refugió en una iglesia.

Policías fuertemente armados rodearon el lugar mientras sobrevolaban helicópteros pero los manifestantes fueron autorizados a salir hacia las 23H00.

Demanda de justicia

Grace Pennix, de 19 años, y también afroamericana, dijo que no podía evitar ponerse en los zapatos de Taylor.

«A menudo paso por la puerta de mi casa y pienso, maldición, la policía podría venir a mi puerta y dispararme y matarme como lo hicieron con Breonna», dijo. «Podría ser yo, mi amiga, mi prima, tía, mamá», agregó.

  • La muerte de Taylor se ha convertido en un grito de guerra para el movimiento «Black Lives Matter» (las vidas negras importan), y la decisión del gran jurado provocó nuevas demandas de justicia racial en todo el país.

Tras la decisión judicial del miércoles, miles de personas recorrieron las calles de la ciudad para exigir justicia.

Las manifestaciones, pacíficas en un primer momento, se volvieron violentas. Varios participantes se enfrentaron a la policía, que usó granadas aturdidoras para dispersar la protesta. 

Dos agentes recibieron disparos en los disturbios.

El alcalde de la ciudad, Greg Fischer detalló que uno fue tratado por una herida en la pierna y dado de alta, mientras al otro agente, que recibió un disparo en el abdomen, se le realizó una cirugía.

«Lo que vimos anoche con los dos oficiales recibiendo disparos es obviamente completamente inaceptable», dijo el alcalde.

El jefe de la policía, Robert Schroeder, dijo que un sospechoso, Larynzo Johnson, fue arrestado y culpado por dos cargos de agresión y 14 cargos por poner en peligro la vida de los demás.

Schroeder dijo que hubo un total de 127 arrestos en la ciudad, la más grande de Kentucky con una población de 600,000 habitantes, y al menos 16 instancias de saqueos. 

 «La gente está cansada»

Taylor murió en la noche del 13 de marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron a su casa con una orden de registro. 

Después de que el novio de la fallecida abriera fuego contra los agentes, según él tras haberlos confundido con ladrones, éstos dispararon y varias de sus balas impactaron a la joven. 

  • Más de seis meses después, un gran jurado decidió el miércoles inculpar a uno de esos policías, Brett Hankison, por poner en peligro la vida de los demás, en este caso tres vecinos de la víctima.

Pero ni Hankison ni los otros dos agentes que usaron sus armas en el domicilio de Taylor fueron imputados por su muerte. 

  • «Hasta que podamos darle a la gente negra los derechos básicos prometidos por nuestros fundadores – vida, libertad y la búsqueda de la felicidad – y acabemos con el alboroto del diablo del racismo, no conoceremos la paz», dijo el abogado de su familia, Ben Crump, en un artículo de opinión en el periódico The Washington Post.

El presidente estadounidense Donald Trump, que ha hecho del lema «ley y orden» uno de los motores de su campaña rumbo a las elecciones del 3 de noviembre, tuiteó que «rezaba» por los policías hospitalizados. 

Durante los últimos meses, Estados Unidos ha sido escenario de manifestaciones exacerbadas por varias muertes de ciudadanos negros a manos de la policía, por la polarización política y por la retórica incendiaria del mandatario republicano. 

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