La editorial Léo Scheer anunció el miércoles la suspensión de la comercialización del volumen del diario de Gabriel Matzneff, «Les Carnets Noirs 2007-2008» y de la polémica obra «Los menores de 16 años», tras la apertura de una investigación por mantener relaciones con menores.
El martes, Gallimard y la Table Ronde habían anunciado la suspensión de las obras de Matzneff que habían publicado.
Los libros del escritor que todavía estén en las librerías serán retirados por las editoriales.
Esta decisión se produce a raíz de la apertura de una investigación por violación a menores de 15 años tras la publicación del libro «Le consentement» (El Consentimiento), de la editora Vanessa Springora, en el que acusa al escritor de 83 años por sus relaciones con menores.
En esta obra, la autora acusa a Matzneff de haberla seducido hace más de 30 años, cuando ella no había cumplido los 14 y él tenía casi 50, y detalla el peso que esta experiencia tuvo en su vida, llena de depresiones.
«El sufrimiento manifestado por la señora Vanessa Springora en ‘Le consentement’, hace oír una voz cuya fuerza justifica esa medida excepcional», se justificó Gallimard en un comunicado.
El editor publicaba los diarios de Matzneff desde 1990.
El último volumen del diario de Matzneff, «L’amante de l’arsenal» (El amante del arsenal), apareció en noviembre de 2019. Abarca los años 2016 a 2018, cuando salía de un cáncer y pasó una temporada en Italia. El escritor inició su diario íntimo en 1976 y se extiende en 14 volúmenes.
Una asociación de prevención contra la pederastia, el Ángel Azul, también anunció el miércoles que iba a demandar en la justicia al escritor por provocación para perpetrar violaciones de menores y por apología del crimen.
Una primera audiencia del caso está prevista para el 12 de febrero, según una fuente judicial y el abogado de la asociación.
Springora es la primera mujer en cargar públicamente contra este autor, muy festejado en el entorno literario francés y recompensado con el Premio Renaudot de Ensayo en 2013.
«A los catorce años, no se supone que un hombre de 50 tenga que esperarte a la salida del colegio, ni que tú tengas que vivir con él en un hotel ni compartir su cama», cuenta Springora.