Diego Maradona regresó con otra derrota, 1-0 como local ante Arsenal, a la conducción de Gimnasia y Esgrima, tras una agitada semana en la que presentó su renuncia y dos días después dio marcha atrás y decidió seguir al frente del equipo, que corre serio peligro de descender en la Superliga del fútbol argentino.
Maradona, que renunció el martes y regresó el jueves luego de concretarse el pedido de unidad política dentro del club que exigió, sigue sin poder conseguir alegrías en la casa de Gimnasia, con cinco derrotas como local, mientras que los tres únicos triunfos que logró fueron como visitante.
Vestido con ropas de entrenador, con anteojos espejados y pasos lentos debido a los problemas que arrastra en ambas rodillas, Maradona fue recibido nuevamente con el aliento de los hinchas, que le dedicaron una bandera que rezaba «Siempre fuertes, siempre unidos», con el rostro del excapitán y exentrenador de la Albiceleste.
Emocionado, Maradona lloró antes del encuentro por tanto apoyo, y esas lágrimas se convirtieron en enojo cuando apenas iban tres minutos de partido y Juan García anotó el que iba a ser el gol de la victoria para Arsenal.
«Se cerraron muy bien ellos. (Arsenal) Es muy buen equipo. Salen de contragolpe, nosotros hoy no tuvimos la confianza que le pedimos a los jugadores para jugar acá en el Bosque. Seguro que me quedo», declaró Maradona al final del encuentro.
El Diez se había alejado de la entidad amenazada con el descenso a la segunda categoría, desilusionado por la negativa a presentarse a la reelección como presidente de Gabriel Pellegrino, el artífice de su contratación, pero el jueves se alcanzó un temporario acuerdo unitario.
En sus nueve encuentros al frente de Gimnasia, Maradona acumula tres victorias y seis derrotas, en medio de un panorama cada vez más oscuro para el ‘Lobo’, hundido en el fondo de la tabla de promedios, con los tres últimos equipos condenados al descenso al final de la temporada.