El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega reiteró este jueves que no va a paralizar las actividades económicas para evitar la propagación del coronavirus porque eso «destruirá al país», y acusó a sus opositores de promover esa medida con fines políticos.
«Si nosotros le decimos a la gente quédate en casa, por esa vía se destruye el país, y los que han estado con ese discurso, son los mismos que hicieron hundir al país en abril del 2018», dijo Ortega, en alusión a las protestas antigubernamentales que estallaron en abril de ese año.
Además abogó para que se suspendan las sanciones impuestas por Estados Unidos a altos funcionarios de su administración en el contexto de la crisis política.
«Lo ideal sería que se asumiera un rol de suspender todas las agresiones (sanciones), ojalá y reflexionen y lo hagan porque sería la mejor señal que recibiría el mundo para seguir enfrentando esta pandemia».
Las masivas movilizaciones opositoras que se registraron en 2018 pusieron en jaque al gobierno de Ortega, de 74 años y con 13 en el poder, quien optó por emplear la fuerza para neutralizar el movimiento, con saldo de más de 328 muertos y miles de exiliados, según cifras de organismos internacionales de derechos humanos.
Por segunda vez en dos meses, Ortega se dirigió a la nación en el contexto de la crisis sanitaria y minimizó los efectos de la pandemia al señalar que hay más muertos en el país por otras enfermedades.
Desde que se declaró el primer caso de coronavirus en el país, el 18 de marzo, han fallecido 2.839 personas por otras causas, pero «el mundo se ha concentrado en llevar el conteo de los muertos por la pandemia», alegó Ortega.
«Si nos concentramos en el coronavirus las enfermedades nos destrozan, por eso no es cuestión de quedate en casa (…) si le decimos a la gente quédense en casa, ¿quién va a fumigar?», argumentó el gobernante para justificar la posición oficial.
Cifras oficiales indican que en Nicaragua hay 14 casos de coronavirus, entre ellos 4 fallecidos.
El gobierno anunció esta semana el fomento del uso de mascarillas, distancia de personas y desinfección de locales públicos y medios de transporte, pero no renuncio a promover actividades deportivas, ferias ni paseos recreativos.