por Noe LEIVA / Henry MORALES ARANA
Al grito de «cuatro años más», miles de simpatizantes del presidente hondureño Juan Orlando Hernández tomaron el jueves las calles de la capital para defender su «victoria» en unas inconclusas elecciones, ensombrecidas por denuncias de fraude.
Hérnandez, con tono conciliador, urgió «sanación» para Honduras tras más de una semana de protestas opositoras, algunas con brotes de violencia, que lo acusan de orquestar un fraude en los comicios.
Unos 10.000 manifestantes oficialistas, vestidos la mayoría con camisas blancas y ondeando banderas azules, participaron en la marcha, según estimaciones de la prensa local.
En un nuevo intento por despejar las dudas de fraude en las elecciones, la noche del jueves el Tribunal Supremo Electoral (TSE) empezó a revisar los votos de 4.753 urnas, aunque sin la presencia de representantes de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que exige la revisión del total de 18.128 mesas.
«Queremos a Juan Orlando Hernández porque con él no hay delincuencia», dijo a la AFP Mélida Gómez, 43 años, empleada de limpieza de la alcaldía capitalina que participaba de la manifestación oficialista.
Entre tanto, simpatizantes de la Alianza bloquearon algunos accesos a la capital en apoyo al llamado de su candidato, el popular presentador de televisión Salvador Nasralla, para que organismos internacionales sean los encargados del recuento de todos los votos.
Nasralla reafirmó este jueves la propuesta para que entidades como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) realicen el escrutinio completo y una auditoría del sistema de cómputo del tribunal, ante la desconfianza que le genera el TSE.
«Queremos salvar a Honduras de un tirano», sentenció Nasralla en conferencia de prensa, al anunciar más movilizaciones para exigir la salida de Hernández.
– Brasa encendida –
Hernández da por hecho su triunfo en los comicios del 26 de noviembre, pese a que oficialmente aún no se ha proclamado un ganador.
El conteo de votos del TSE da al gobernante, de 49 años, menos de dos puntos de ventaja sobre Nasralla, de 64 años, quien alega que le están «robando» la presidencia.
Con el 100% escrutado, el mandatario aparece al frente con 42,98% de los votos, mientras Nasralla tiene el 41,38%, una diferencia de 52.445 sufragios.
En el primer recuento, el candidato opositor tenía cinco puntos de ventaja sobre Hernández con 57% de las actas contadas, una tendencia que parecía irreversible.
Pero tras repetidas interrupciones en el sistema de cómputos del TSE el resultado se dio vuelta, encendiendo la chispa de las protestas.
– Voces de repetición –
Los organismos internacionales que observaron los comicios han planteado serios cuestionamientos al proceso electoral, y la misión de la OEA advirtió que el cúmulo de irregularidades vistas en las elecciones no le «permiten tener certeza sobre los resultados» finales.
Muchas opciones se han barajado para resolver la crisis. Un millar de actas con indicios de anomalías fueron revisadas, pero la oposición pidió ampliar el cotejo a otras 5.173.
Posteriormente, los opositores fueron más tajantes y exigieron el recuento del total de las 18.128 mesas electorales, incluyendo votos, cuadernillos de listas de electores y acta de los resultados.
La misión de la OEA admitió incluso la posibilidad de recomendar «un nuevo llamado a elecciones».
Este jueves, la Convergencia contra el Continuismo de Hernández, integrada por varias organizaciones de la sociedad civil, pidió invalidar las elecciones y hacer un nuevo llamado ante la «situación insostenible» por la posibilidad de un fraude.
Un planteamiento similar formuló el miércoles el Partido Liberal (PL, derecha), la tercera fuerza que participó en las elecciones, alcanzando 14,73% de los votos.
La alianza opositora ha señalado de momento que no comparte la posición de repetir los comicios.
– Enfrentamientos y saqueos –
La marcha del oficialismo, bautizada «Unidos por la paz», midió fuerzas tras una semana de manifestaciones de seguidores de la alianza opositora.
Algunas de las protestas opositoras derivaron en enfrentamientos con policías y militares y saqueos que mantienen al país en estado de sitio desde el pasado viernes, aunque el miércoles fue levantado en nueve de los 18 departamentos del país.
Al menos una mujer de 19 años y dos policías murieron durante las protestas, aunque organismos de derechos humanos hablan de entre once y trece fallecidos.
Si se mantienen las manifestaciones de rechazo al resultado electoral, «es probable que (se) produzca una convulsión social», alertó Osmán López, sociólogo de la Universidad Nacional.
«El pueblo ha mostrado respeto a la democracia y, más que votar por Nasralla, votó contra la reelección ilegal», sostuvo.
Hernández evadió una prohibición de la reelección establecida en la Constitución mediante un fallo de la Sala de lo Constitucional, integrada por cinco magistrados, que le permitió una nueva postulación.