Brasilia, Brasil, Caracas, Venezuela | AFP |
Ocho países latinoamericanos, entre ellos Brasil y Argentina, secundaron este domingo la propuesta del papa Francisco para mediar «con condiciones claras» en la crisis de Venezuela, según una declaración conjunta difundida este domingo por la cancillería brasileña, mientras en Venezuela la tensión está al máximo, antes las marchas anunciadas para este día por la oposición.
«Los Gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay y Uruguay nos adherimos a las expresiones de Su Santidad el Papa Francisco, realizadas en las últimas horas, en relación con la situación que vive Venezuela», comienza el breve escrito. Un intento de diálogo promovido por el Pontífice antes, fracasó (foto superior)
Los países firmantes apoyan a continuación que ese diálogo debe darse con «condiciones muy claras para una salida negociada a la crisis política, económica y humanitaria en dicho país hermano», en referencia a las palabras dichas por el pontífice el sábado a bordo del avión papal.
En su viaje de regreso desde Egipto, el papa Francisco aseguró que la Santa Sede estaba dispuesta a intervenir de nuevo como «facilitadora» ante la crisis en Venezuela, pero solo si se cumplían una serie de garantías, demandadas también por estos gobiernos.
«Reiteramos que se requiere el cese de los actos de violencia, la plena vigencia del Estado de Derecho, la liberación de los presos políticos, la plena restitución de las prerrogativas de la Asamblea Nacional, y la definición de un cronograma electoral», concluye la nota.
Durante la charla con los más de 70 periodistas que lo acompañaban en el avión, el pontífice argentino admitió, sin embargo, que uno de los problemas para su acción pacificadora son las divisiones dentro de oposición venezolana.
Tras sus palabras, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) remitió una carta al pontífice formalizando su negativa a retomar un fallido diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro «si no hay garantías».
El mandatario venezolano, de su lado, había saludado la oferta papal horas antes.
Para marcar el primer mes de su movilización contra Maduro, con enfrentamientos que dejaron una treintena de muertos, la oposición ha convocado para el lunes nuevas manifestaciones en el centro de Caracas y en todo el país.
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– Diálogo pero con garantías –
Buscando bajar la tensión, Maduro reiteró sus llamado al diálogo y dijo desear unas elecciones. Pero se refiere a las de gobernadores -que debieron realizarse en 2016-, descartando un adelanto de las presidenciales de diciembre de 2018.
«Si digo diálogo, huyen despavoridos, no quieren diálogo (…) Yo respeto las expresiones del papa», expresó el domingo.
El papa Francisco llamó el fin de semana a acabar con la violencia en Venezuela y renovó la oferta de ayudar a un diálogo, pero con «condiciones muy claras», al recordar el fallido proceso que acompañó el Vaticano a fines de 2016.
Ocho países latinoamericanos respaldaron al Papa, a quien la oposición reafirmó en una carta su negativa a una negociación «si no hay garantías».
El conflicto ha complicado las relaciones internacionales de Venezuela, que el viernes inició su retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA), acusándola de impulsar una intervención extranjera.
El martes, el gobierno venezolano buscará respaldo en una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en El Salvador.
Opositores venezolanos retan a Maduro en marcha de 1 de Mayo
La oposición venezolana, que cumple un mes de movilizaciones contra el presidente Nicolás Maduro, marchará de nuevo este lunes en todo el país, en abierto desafío al gobierno que habitualmente organiza masivas concentraciones el 1 de Mayo.
Aunque hasta ahora han sido bloqueados por las fuerzas de seguridad, los opositores intentarán llegar a las sedes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Consejo Nacional Electoral (CNE) en los 24 estados, para exigir elecciones generales.
«El régimen juega a nuestro desgaste, por eso a un mes de resistencia debemos demostrar fuerza», declaró Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, único poder estatal controlado por la oposición.
Maduro encabezará una concentración de sus seguidores en la Plaza Bolívar, en el centro de Caracas, considerado bastión de los chavistas y donde están el CNE, el TSJ y otros poderes públicos.
«El 1º de mayo le pertenece a la clase obrera. No es día de capitalismo ni de derechas», aseguró el mandatario socialista, en su programa dominical.
Maduro asegura que sus adversarios buscan darle un golpe de Estado para propiciar una intervención extranjera; en tanto que la oposición lo acusan de instaurar una «dictadura».
– La «emboscada» de abril –
Desde que estallaron las protestas el 1 de abril, los enfrentamientos entre antimotines y manifestantes, saqueos y tiroteos, han dejado 28 muertos y cientos de heridos, de lo que se acusan mutuamente gobierno y oposición.
«Ha sido una verdadera emboscada, una arremetida violenta para caotizar a la sociedad, asaltar el poder político e imponer en Venezuela una contrarrevolución violenta», dijo Maduro.
La convulsión política ha hallado terreno fértil en un país que, pese a tener las mayores reservas petroleras del planeta, sufre una severa escasez de alimentos y medicinas y una inflación, la más alta del mundo, que el FMI cifra en 720% para 2017.
En víspera de la conmemoración del Día del Trabajador, Maduro aumentó el ingreso mínimo mensual -salario básico y bono alimentario- de 150.000 a 200.000 bolívares (280 dólares a la tasa oficial más alta y 50 dólares en el mercado paralelo).
La oposición afirma que ese aumento ya se lo comió la inflación de los primeros meses, y que la crisis económica se resolverá cuando deje el poder Maduro, cuya gestión, que termina en enero de 2019, rechazan siete de cada diez venezolanos, según encuestas privadas.