Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua protagonizaron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado el juego más largo de la historia del béisbol de Venezuela, un maratón de ocho horas y ocho minutos que acabó con victoria 6×4 de los ‘bucaneros’.
El compromiso, disputado en el estadio José Bernardo Pérez, en Maracay, se extendió por 20 innings. Un total de 23 lanzadores fueron utilizados entre ambos equipos.
El dominicano Raúl Navarro rompió el empate que se mantenía desde el quinto capítulo con un jonrón por el jardín izquierdo con el estadounidense Cade Gotta en circulación.
«Siempre soñé con un turno así», celebró Navarro en declaraciones divulgadas por la oficina de prensa de los Navegantes.
«Confiaba en que ganaríamos. El pitcheo se fajó en la hora cero y sacó los outs que había que sacar», manifestó por su parte el mánager del equipo, el mexicano Enrique Reyes.
El esfuerzo en un juego que parecía eternizarse valió la pena para Magallanes, pues le garantizó su clasificación a los playoffs de la temporada 2019-2020, que empiezan en enero.
El récord de duración para un juego de béisbol profesional pertenece a un enfrentamiento entre los Pawtucket Red Sox y los Rochester Red Wings en las Ligas Menores de Estados Unidos, en la categoría Triple A. El choque, en 1981, se prolongó por 33 entradas y tiempo de ocho horas y 25 minutos.