- Fue aprobada en horas de la madrugada por el Congreso de la República y es clave para mejorar desarrollo de la economía y evitar abusos.
En la madrugada del 20 de noviembre, el Congreso de la República aprobó la Ley de Competencia, un marco normativo esperado durante años en Guatemala.
La ley fue impulsada como una herramienta para garantizar mercados más justos y transparentes, además de alinearse con compromisos internacionales, particularmente con los tratados de libre comercio firmados por el país.
Aspectos clave de la ley
- Objetivo principal: La ley busca prevenir, investigar y sancionar prácticas anticompetitivas como la fijación de precios, la colusión entre empresas y los abusos de posición dominante. Se pretende fomentar la libre competencia para beneficiar tanto a consumidores como a empresas.
- Nueva entidad reguladora: Se creará una Comisión Nacional de Competencia, que será la encargada de supervisar y aplicar las disposiciones de esta ley. Tendrá facultades para investigar posibles infracciones y proponer sanciones.
- Impacto en sectores estratégicos: La normativa es crucial en mercados donde se han identificado monopolios o prácticas poco competitivas, como el de combustibles y gas propano. Según estudios previos, en Guatemala solo tres empresas controlan el 80% del mercado de combustibles y dos el 81% del gas propano, lo que limita la oferta y encarece los precios para los consumidores.
- Armonización internacional: Guatemala era el único país en Centroamérica sin una ley de competencia activa, lo que la colocaba en desventaja respecto a sus vecinos. Esta aprobación también responde a recomendaciones de organismos como la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Reacciones y desafíos
Samuel Pérez, diputado de la bancada independiente, pero miembro de Semilla y uno de los impulsores de la Ley, declaró que «trae beneficios, no exclusivamente a consumidores (…), pues abarca un campo mucho más amplio. Tiene el potencial de reducir precios en ciertos sectores de la economía que están excesivamente concentrados; puede atraer inversión extranjera, sobre todo, por todos los tratados internacionales que tenían como requisito esta ley. Y permite mejore condiciones en la estructura de mercado; mejor clima de negocios, etc.». el parlamentario dijo que uno de los sectores que definitivamente «verá mejoras» es el de las medicinas, en donde dijo «hasta ahora ha operado un auténtico cartel».
Además, sectores empresariales minoritarios han expresado preocupación sobre posibles costos regulatorios, mientras que organizaciones de la sociedad civil aplauden el enfoque en proteger a los consumidores.
Las cámaras empresariales, organizadas dentro del CACIF, no se han pronunciado hasta este miércoles.
Implicaciones futuras
La ley podría ser un catalizador para la innovación y la mejora de la calidad en productos y servicios, al tiempo que asegura precios más justos. Sin embargo, su éxito dependerá de la voluntad política para fortalecer las instituciones encargadas de su aplicación.
Este avance legislativo marca un hito en la economía guatemalteca y abre la puerta a un entorno comercial más transparente y dinámico. Quedará por verse cómo se desarrolla su implementación y si logra superar los desafíos señalados por diversos actores.