Cannes, Francia
El cine guatemalteco fue premiado este miércoles en su debut en la historia del Festival de Cannes: el cineasta César Díaz fue recompensado en la Semana de la Crítica por Nuestras madres, una película sobre la búsqueda de los desaparecidos en las masacres de poblaciones mayas.
El jurado de esta sección paralela, presidido por el cineasta colombiano Ciro Guerra, otorgó el premio SACD (Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos) a la ópera prima de Díaz, que cuenta la historia de un joven investigador que intenta identificar a víctimas enterradas en fosas comunes durante la guerra civil (1960-1996).
Díaz, hijo de desaparecido, había explicado el martes a la AFP que Nuestras madres surgió de la necesidad de hablar de uno de los periodos más sombríos de la historia de su país. «Se ha hablado mucho de las dictaduras chilena, argentina… pero la dictadura guatemalteca no la conocemos».
El principal premio del palmarés de la Semana de la Crítica, una sección paralela del Festival de Cannes que selecciona primeros y segundos filmes, fue entregado a la película de animación J’ai perdu mon corps (Perdí mi cuerpo), del francés Jérémy Clapin.
En esta ópera prima, Clapin sigue dos trayectorias, la de una mano que se escapa de un hospital en busca de su propietario en París y la de Naoufel, un joven desafortunado que se enamora de una mujer, Gabrielle.
La película está basada en la novela Happy hand, de Guillaume Laurant, guionista de Amélie y mezcla varios géneros: fantástico, drama, historia de amor…
La Semana de la Crítica se abrió con el filme Litigante, del colombiano Franco Lolli, fuera de competición. En liza, también destacó Ceniza negra, de la costarricense Sofía Quirós.