Servicios de limpieza, reparaciones, mensajería, jardinería, contabilidad, auditoría, seguridad, llamadas para ventas, cobros o despacho, reclutamiento, selección, contratación de personal y manejo de nómina son algunas de las actividades que se pueden subcontratar a las empresas que se dedican al outsourcing.
Estuardo Gasparico M.
Corría el año 1991 cuando algunas empresas capitalinas iniciaron la tendencia de contratar servicios de limpieza por día o por semana, ya que les resultaba poco atractivo tener personal fijo para esos menesteres, debido a los futuros gastos en pasivo laboral.
Ante esto, nació una empresa que decidió lanzarse a la aventura de limpiar casas, oficinas y hasta edificios durante los fines de semana, para lo cual contaba con el apoyo (remunerado) de cinco colaboradores.
Veinticinco años después, Clean Master es un referente de las empresas dedicadas al outsourcing de limpieza y, con más de 300 empleados, ha ampliado su campo de acción al lavado de alfombras, tratamiento de pisos, control de plagas, pintura interior y exterior, reparación de muebles o estructuras, e incluso administración de planillas.
Entre nuestros clientes están agroindustrias, exportadores, centros comerciales, plantas procesadoras de alimentos, call centers, edificios de oficinas y apartamentos; industria química, bodegas, líneas aéreas, tiendas y bancos, reveló Alejandro Cabrera, gerente de la firma.
Hoy, existen alrededor de 50 compañías que se dedican a prestar servicios subcontratados, como las ya menciondas, pues los clientes han notado ventajas en el ahorro de pasivo laboral.
Además, estos gastos son deducibles del Impuesto Sobre la Renta; los trabajos se delegan a una organización externa, a la que se puede exigir más resultados; se optimizan recursos internos; y lo principal, que se ahorra tiempo para dedicarlo a las actividades productivas propias del negocio, enumeró Cabrera.
En constante evolución
Esperanza Macías, gerente de la compañía colombiana Arp Colmena, define el el outsourcing como la contratación y delegación a corto, mediano o largo plazos de uno o más procesos no críticos para nuestro negocio, a un proveedor más especializado que nosotros, para conseguir una mayor efectividad, la cual nos permita orientar nuestros mejores esfuerzos a las necesidades neurálgicas, para el cumplimiento de una misión.
Aunque inicialmente las tareas que se llevaban a cabo bajo este esquema eran básicamente operativas, ahora han migrado hacia la infraestructura computacional; operación de telecomunicaciones; diseño; implementación y administración de redes; atención de contingencias de centros de cómputo; soluciones y bases de datos; recursos humanos, aplicaciones y consultoría.
De esto da fe Enrique Barrascout, director de la firma Tellamo, quien inició la empresa en el 2006 como un emprendimiento familiar. Hoy, con sus 450 empleados, sirve a empresas tan grandes como Claro, Tigo, los bancos Citi, G&T Continental, Industrial, Agromercantil y Promérica, a los que presta servicios de ventas, cobros, back-office, atención al cliente y reclutamiento de personal.
También ha incursionado en la consultoría NPS (indicadores de valor a futuro), una modalidad de encuesta que permite a sus clientes tomar decisiones y redirigir estrategias diseñadas para posicionar productos o servicios.
También servicios profesionales
A juicio de Hugo Cabrera, director del comité de consultorías de la Comisión de Servicios al Exportador, de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), no todas las empresas
tienen instaladas las capacidades que necesitan en un momento determinado, por lo que al subcontratar servicios, logran objetivos importantes, como poner más productos en el mercado externo.
El oustoursing se ha extendido a la realización de registros en el extranjero; asesoría en propiedad intelectual y marcas; consultoría tributaria y jurídica. También abarca componentes de la cadena exportadora, como el transporte, courier, carga marítima y aérea, lo que ayuda a pequeñas empresas a convertirse en exportadoras, afirmó.
Valores agregados del outsourcing:
– Ahorro de costos.
– Innovación tecnológica.
– Incremento de la rentabilidad en hasta 34 por ciento.
– Personal especializado en la tarea a subcontratar.
– Seguridad (siempre es preferible contratar a empresas agremiadas).
– Mayor certeza en cumplimiento de contratos (en casos de subcontratación de empaque o detalles de producto terminado).
– El personal permanente se dedica a las funciones inherentes a su cargo.