Una veces contundente, otras esquivo. Así se mostró el vicegobernante al hablar con Crónica sobre el trabajo que ha realizado durante los casi dos meses al frente de la Vicepresidencia de la República. Asegura que ha aportado al Gobierno legitimidad y ejemplo de ética.
¿Cómo es su relación con el presidente Otto Pérez Molina?
Muy respetuosa. Él reconoce mi espacio como vicepresidente y yo respeto su función como gobernante.
¿Se reúnen con frecuencia?
No tanto, porque cada quién tiene su dinámica.
¿Con qué frecuencia se reúne con él?
Dos o tres veces por semana.
¿Aparte de las juntas de gabinete de gobierno?
Sí, porque vamos a cuestiones diplomáticas.
¿Son suficientes esas dos o tres veces que se reúne con él?
A estas alturas del camino no podemos venir a inventar cosas extraordinarias, ya que todo está programado
dentro del presupuesto. Claro que tengo mis innovaciones, mi estilo, mi espíritu para ver las cosas, y entiendo
cuál es el liderazgo que debo asumir.
¿Cuál es ese liderazgo?
El del ejemplo.
¿El del ejemplo en qué?
En la ética, particularmente, en el estudio y en el compromiso.
¿Cuál diría que es su aporte al Gobierno del presidente Otto Pérez Molina?
La legitimidad.
¿Por qué?
Sin que sea vanidoso de mi parte, pero soy un libro abierto en la política nacional. Todo el mundo sabe
quién soy y cuál es mi estructura ideológica, cuál es mi comportamiento y qué pueden esperar de mí. Yo no soy electo, soy designado por un sistema constitucional.
Y en el ejercicio de sus funciones, ¿qué es lo nuevo?
Yo no voy a permitir que frente a mí se tomen disposiciones contrarias a esos valores.
Algunos consideran que su trabajo ha pasado desapercibido…
He tenido bastante trabajo, pero los medios no lo publican. Todas las reuniones que tenemos son abiertas, pero la cobertura no ha sido grande y yo no la pido.
¿Por qué?
Porque yo no vine aquí a glorificarme. El público acostumbrado a ver los medios saturados, de repente ya
no los observa, y cree que hay una pérdida en la dinámica, pero no es eso. El trabajo se mantiene, pero no se publicita.
¿No es una estrategia para no desgastarse en una institución que está mal vista?
No. Las instituciones responden a las personas. Todo depende de quién es el que conduce y de la solvencia
que pueda presentar.
¿Qué tanto espacio político ha encontrado para trabajar y ejercer sus funciones?
Yo vine acá sin militar en ningún grupo político, pero tengo la veteranía de estar en el servicio público.
¿No pertenecer al partido político lo limita para hacer su trabajo a plenitud?
Al contrario, muchas veces la carga política cuestiona a las personas.
¿Cómo encontró la Vicepresidencia de la República?
No encontré nada, pues no fue una transición ordenada, como ocurre frecuentemente, en la cual el que va a dejar el cargo prepara toda una documentación que transmita sus programas, proyectos, en qué estado se encuentran, cómo los deja y qué proyecciones hay.
Entonces, ¿no hubo ese traslado?
Yo he empezado de cero.
¿Debió haber un traslado ordenado?
No. En realidad las situaciones que se dieron, asumo yo, en cuestión de horas, no dio tiempo para ninguna preparación al respecto.
El que no existiera ese traslado ordenado, ¿cómo le afectó?
En cosa de 15 días ya tenía la papelería bien completa, bien documentada, con informes de cada uno de los sectores, cómo se encontraba y qué proyecciones hay.
¿Cómo se cubre las espaldas para que no le endosen responsabilidades que venían de antes y que desconoce?
Todo lo veo, todo lo leo, todo lo examino, antes de estampar una firma.
¿Qué problemas ha tenido que corregir en la Vicepresidencia?
Hay un cambio, un clamor y una expectativa por el tema de la transparencia, y nosotros le respondemos a eso. No podemos ocultar el pasado; y si encontramos cuestiones irregulares, nuestra obligación es denunciar.
¿Ha encontrado cosas irregulares?
Nada que no sea de conocimiento de las autoridades.
Una de las demandas de la población es la transparencia. Hasta el momento no se perciben lineamientos de
transparencia, ¿los ha dado usted?
Claro.
¿Cuáles?
Todos los que están trabajando bajo mi jurisdicción saben que están sujetos a responsabilidad grave, por sus
actuaciones.
¿Pero habló de políticas de transparencia para el Ejecutivo?
Siempre hemos estado insistiendo que se fortalezca la Contraloría General de Cuentas, además de hacer las reformas a las leyes que está pidiendo la sociedad con impaciencia.
Como Vicepresidencia, ¿están trabajando en crear iniciativas de ley para fortalecer, por ejemplo, la Contraloría?
Ya están planteadas por diferentes actores sociales. Si las iniciativas parten de un órgano político, como el Ejecutivo, muchas veces solo por ese hecho, las descalifican.
Las manifestaciones que piden la renuncia del presidente continúan. ¿Qué opina de ello?
Desde el principio dije que es un derecho fundamental de las personas pedir, exigir y agruparse. Esa es la democracia.
¿Por qué siguen?
Porque hay muchas cosas insatisfechas.
¿Como cuáles?
Ansia de que haya mejor educación, más oportunidades, un mejor trabajo.
¿Cómo ve que siguen saliendo casos
de corrupción en este Gobierno?
Lo importante es que sean perseguidos, que se repriman.
Usted, que habla con el presidente, ¿qué dice él?
Como jefe de Estado y de Gobierno, tiene que manifestar su mpreocupación y tomar las medidas que
le demandan.
¿Pero lo ve desanimado, desgastado?
Como yo vine muy alejado de las esferas del poder y del Gobierno, no puedo dar el perfil de su temperamento. Pero sí lo veo con el interés de tomar las decisiones.
¿Qué opina del proceso de antejuicio contra el presidente Otto Pérez Molina?
Ese es un asunto que está en este momento en las esferas de justicia, donde nosotros no podemos intervenir.
¿Pero lo ve como algo bueno, necesario y que sienta un precedente?
Es cuestión de decisión, en su momento, de los órganos que tengan que operar.
¿Cómo ve la polémica que hay en la CC, porque se amparó al presidente con base a un amparo que no promovió él?
Tenemos 30 años de tener Corte de Constitucionalidad, pero todavía no se ha formado una suficiente cultura constitucional que valorice o evalúe cómo funciona el sistema.
¿Quién de los dos grupos tiene la razón?
No conozco el expediente. No puedo decir, como vicepresidente, en qué sentido hubiera votado. No se puede
descalificar a uno y a otro grupo por la forma de cómo tomaron la decisión.
¿Cómo ve la situación de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, a quien le han embargado cuentas bancarias y varias propiedades?
No quisiera opinar de casos personales, porque para eso está
el sistema de justicia.
¿Los problemas legales que tiene, son derivados de su ejercicio como funcionaria pública?
Pero está sometida a un juicio, el cual es un criterio humano, que tiene que resolver sobre su situación con base en la ley. El ideal de los jueces es que no haya injerencias ajenas a sus decisiones.
¿Sienta precedente el caso de la ex vicepresidenta?
Aquí ha habido juzgamiento de políticos muchas veces, pero la historia es la que se encarga al final de definir cómo se resuelve.
¿Cómo es estar dentro del Ejecutivo?, ¿es como se lo imaginaba?
Yo fui cuatro años ministro de Educación, ministro de Relaciones Exteriores, y he estado
en la esfera del Ejecutivo.
¿Ha cambiado desde la última vez que estuvo en las esferas del Ejecutivo?
Yo fui ministro de Educación y Cultura, ahora son dos Ministerios, están separados, y con un solo viceministro atendíamos todo ese frente.
¿Qué sistema es mejor?
Todo tiene que crecer. El problema, y este sí es esencial, es que no tenemos un servicio
civil.
¿Por qué es importante?
Porque entonces usted profesionaliza a una clase burocrática que va a trabajar, independientemente de qué partido está gobernando. Solo cambia la esfera política, pero la administrativa camina sola.
Lleva un mes y medio al frente de la Vicepresidencia. ¿En qué ha enfocado
su trabajo?
Atendiendo muchas audiencias. Estamos hablando de representantes diplomáticos, organizaciones internacionales y asociaciones civiles. He tenido también participación a nivel internacional. He estado cinco veces en el Salón de Recepciones del Palacio Nacional con la comunidad internacional y organizaciones del gabinete y del Gobierno tratando temas de alta cobertura.
¿Como cuáles?
El problema de la sequía y el hambre.
¿Se ha abordado con el cuerpo diplomático la crisis política del país?
Claro que sí.
¿Cómo ven ellos lo que está pasando?
Hacen una visión un tanto regional, no solo de los problemas políticos de un
país.
¿Pero aterrizan en algún momento en lo nacional?
No se puede ocultar ni decir que un país no tiene problemas.
¿Pero cómo lo ven los diplomáticos?
Lo hemos visto en las declaraciones formales.
¿Pero cuáles son?
Confían en que el
país resuelva sus problemas por la vía
democrática.