El fiscal de París, Rémy Heitz, indicó el martes que «no hay elementos nuevos» que apunten a que el incendio de Notre Dame fue un acto criminal pero añadió que algunas zonas de la catedral siguen «inaccesibles».
La aguja y parte del tejado de la emblemática catedral gótica de París, de más de 850 años, fueron devorados por las llamas en un incendio el pasado 15 de abril. El edificio estaba siendo restaurado en esos días.
«En este punto, actualmente, mantenemos la pista (…) accidental. Nunca descartamos nada en una investigación, pero lo que sí podemos decir es que hoy en día no hay ningún elemento nuevo que apoye una hipótesis criminal», dijo Heitz a la radio Europa 1.
En junio pasado, tras una investigación preliminar, la fiscalía de París había dicho ya que las primeras hipótesis apuntaban a un incendio accidental provocado por un cigarrillo o un problema eléctrico.
Después de eso, la investigación fue puesta en manos de tres magistrados, con prerrogativas más amplias.
«Es una investigación larga, compleja, colosal», señaló Heitz.
«Las investigaciones, para que continúen, están condicionadas al avance de la restauración, ya que algunas áreas siguen inaccesibles», añadió.
El incendio de este sitio emblemático de la capital francesa, que está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, causó una gran emoción en todo el mundo y una ola de solidaridad para devolverle todo su esplendor.