El español avanza en su búsqueda de ser el primer tenista en ganar 21 torneos Grand Slam
El tenista español Rafa Nadal ha asegurado que imponerse en el «loco» y larguísimo ‘tie-break’ del primer set del duelo de octavos del Abierto de Australia ante el francés Adrian Mannarino (7-6(14), 6-2, 6-2) fue «ganar medio partido», y se ha mostrado muy satisfecho de haber conseguido aguantar «mentalmente».
«Fue un ‘tie-break’ muy loco. Me deja contento que el físico sí que ha respondido, en el ‘tie-break’ he corrido, he puesto un poco más de lo que estoy acostumbrado últimamente a nivel de impactos y de salvar bolas. He aguantado mentalmente bien en los momentos complicados. Y ganar el ‘tie-break’ fue ganar medio partido», declaró tras su victoria.
El balear y el galo disputaron una muerte súbita de 30 puntos (16-14) y 28 minutos, la más larga de la carrera del de Manacor. «Él jugó muy muy bien, a un nivel muy alto, su bola venía muy rápida, muy incómoda», confesó.
«A él se le complica encontrar el punto de impacto perfecto cuando le golpeas alto y con efecto, y más con estas condiciones, pero hoy no fue el caso. Tiene la habilidad de hacerte sentir incómodo en pista. Hoy lo ha hecho. Jugó genial, como se esperaba después de haber vencido a grandes rivales como Karatsev y Hurkacz. Por eso es un triunfo de mucho valor para mí», continuó.
Su próximo rival será el canadiense Denis Shapovalov, que dio la sorpresa ante el alemán Alexander Zverev (6-3, 7-6(5), 6-3). «Shapovalov es uno de los jugadores de mayor potencial en el circuito. Después de jugar contra él, siempre digo: ‘Es un potencial ganador de varios Grand Slams’. Si sigue mejorando, lo será», afirmó.
«Tiene muchas cosas increíbles en su juego. Si él está regular e intenso es muy duro de vencer. Pero yo estoy muy emocionado, porque estoy en cuartos y no esperaba estar aquí semanas atrás», concluyó.