Los Nacionales de Washington se proclamaron por primera vez campeones de la Serie Mundial de béisbol al vencer este miércoles 6×2 a los Astros de Houston en el decisivo séptimo juego.
Fue el primer título de los Nacionales en 50 años de historia de la franquicia, además de convertirse en el sexto equipo que llega a los playoffs como comodín y se lleva la corona, como lo hicieran los Marlins (1997 y 2003), Angelinos (2002), Medias Rojas (2004), Cardenales (2011) y Gigantes (2014).
«Ganamos una. Finalmente ganamos una (serie)», dijo lloroso el venezolano Aníbal Sánchez, lanzador de los Nats.
Los Astros perdieron la oportunidad de llevarse su segundo título en los últimos tres años, luego de coronarse en 2017.
El pitcher ganador fue el relevista Patrick Corbin (1-1) y el revés para Will Harris (0-1).
Por los Nacionales jonronearon Anthony Rendón (2) y Howie Kendrick (1), mientras que por los Astros lo hizo el cubano Yuli Gurriel (1).
«Esos tipos, en los grandes momentos, nos dieron grandes victorias. Tienen la habilidad para hacer cosas grandes. Lo vieron esta noche», dijo el mánager de los Nats, Dave Martínez, sobre Kendrick y Rendón.
El lanzador de los Nacionales Stephen Strasburg fue nombrado el MVP (Jugador Más Valioso) después de ganar los Juegos 2 y 6 en Houston y con un marcador global de 5-0 en estos playoffs.
«Es simplemente surrealista», dijo por su parte Strasburg. «Hacerlo con este grupo de chicos es algo especial. No renunciamos y nos tomó a todos hacerlo».
Martínez es el segundo piloto boricua en ganar el Clásico de Otoño en forma consecutiva. Alex Cora se había coronado el año pasado con los Medias Rojas de Boston.
«Ganarlo (la serie), qué sensación más increíble», dijo Martínez. «Todavía no sé, pero puedo decirte mañana que me despertaré sintiéndome muy diferente.»
Comienza la función
La función comenzó temprano para los Astros: en el segundo inning Gurriel sorprendió al estelar abridor Max Scherzer y la desapareció por encima de las cercas del jardín izquierdo, poniendo a los anfitriones al frente 1×0.
En el quinto, los Astros volvieron al ataque con sencillo de Michael Brantley, roletazo para jugada de selección de Gurriel, boleto al también cubano Yordan Álvarez e imparable productor del boricua Carlos Correa.
Pero en el séptimo los Nacionales contraatacaron con jonrón de Rendón para acortar distancias, y otro bambinazo de Kendrick -este último con el dominicano Juan Soto en base por boleto- para poner a Washington arriba 3×2.
Hasta ese momento, el abridor de los Astros, el derecho Zack Greinke, había tenido en un puño a los Nacionales con un solitario hit de Soto desde el segundo inning. Pero se fue sin decisión.
Luego de anotar otra rayita en el octavo, los Nacionales ampliaron el marcador en el noveno con hit del veterano Ryan Zimmerman, sencillo del dominicano Víctor Robles, boleto a Trea Turner e imparable remolcador de dos de Adam Eaton, que selló el marcador.
Fiesta en la capital
Los Astros lideraron la MLB con 107 victorias esta temporada y se esperaba que aplastaran a los Nacionales en el Clásico de Otoño.
Ahora, los Nacionales se unen a los Yankees de 1996 en ganar nueve juegos como visitantes en una misma postemporada.
El equipo que desde 1969 al 2004 se llamaba Expos de Montreal comenzó su andar en la capital estadounidense en 2005.
La única otra corona en Serie Mundial de un equipo de Washington ocurrió en 1924 cuando los Senadores derrotaron a los Gigantes de Nueva York. La capital estadounidense ha visto dos clubes mudarse y pasó 33 años sin equipo.
La última vez que la Serie Mundial había llegado a la capital de la nación fue en 1933, cuando los Senadores, que después en 1972 se convirtieron en los Rangers de Texas, perdieron ante los Gigantes de Nueva York en cinco juegos.
En Washington, cientos de seguidores celebraron compartieron la emoción, celebrando en una gran fiesta al aire libre cerca del estadio de los Nacionales.
Los fanáticos de los Nats hicieron su característico movimiento de aplausos «Baby Shark» antes del último out, lo que provocó gritos de alegría, abrazos y bailes.
«¿Cómo crees que me siento? Acabamos de ganar la Serie Mundial», dijo James Forrest, de 32 años, ondeando una bandera de los Nats.