Un mural con figuras eróticas de la cultura precolombina mochica, reproducidas en una calle de Moche, una ciudad del norte de Perú, indignó a vecinos conservadores, que exigieron que sean eliminadas.
En el friso, de unos 7 metros de largo y 4 de ancho, se aprecian las imágenes de huacos (cerámicas de barro) con las figuras de tres parejas realizando el acto sexual en diversas posiciones.
«No gusta para nada. Son imágenes pornográficas, aquí hay muchos niños, deben ser sacadas. El alcalde debe rectificarse», dijo a la prensa una mujer al pasar frente al mural.
«Que se quiera arreglar las calles de Moche con algo cultural no se puede ver mal, me parece bien reflejar la cultura, pero esas imágenes son inapropiadas», aseguró por su parte Emili Gonzáles en Facebook.
«La verdad no me gusta. Estamos cerca de un colegio, los niños pasan todos los días. No es educativo», indicó otra pobladora.
El valle de Moche fue antiguamente el centro de desarrollo de la milenaria cultura mochica, asentada en la costa norte de Perú entre los siglos I y VIII.
Los frisos en alto relieve fueron hechos por el artista Pedro Durand en un paseo peatonal del distrito de Moche, en la región La Libertad, a unos 500 kilómetros al norte de Lima.
Pero el alcalde de Moche, Arturo Fernández, rechazó las críticas y defendió la obra.
«El sexo es un regalo de Dios, no es un tabú. Los padres van a tener que estudiar para enseñar a sus niños como se hace un bebé», dijo Fernández.
«Los moches, con mucha transparencia, dieron realce al arte para demostrar sus actividades diarias como artesanía, agricultura y también la parte sexual», agregó el alcalde.
El artista, por su parte, se defendió de las críticas argumentando que no se trata de «morbosidad». «Esto es cultura, es algo normal», sostuvo.
Los historiadores reseñan que muchas de las cerámicas eróticas fueron destruidas tras la llegada de los españoles a Perú, en 1532, por influencia directa de la Iglesia católica y sobre todo por la Santa Inquisición, que consideraba estos objetos como aberraciones que había que extirpar de raíz.