Miles de limeños olvidan -al menos por un par de horas- la tragedia de la explosión de un camión cargado de gas licuado y el temor a que llegue el coronavirus, al reírse a carcajadas en el «Quinto Mundial de Payasos».
Con narices de plástico rojas, caras pintadas y pelucas multicolores, una treintena de payasos de ocho países latinoamericanos compiten por los aplausos de niños y adultos durante tres días, en una carpa de circo levantada en el estacionamiento de un centro comercial de Chorrillos, en el sur de la capital peruana.
«Hay personas que en estos momentos a lo mejor están pasando por una pena. Nosotros hacemos que se olviden en eso un instante. El payaso arregla almas y corazones porque somos un mar de emociones«, dice a la AFP el mexicano ‘Toylín’, cuyo nombre es Gerardo Juárez.
A solo siete kilómetros del circo provisorio, también en la zona sur de Lima, los 500.000 vecinos de Villa El Salvador no tienen motivos para reír desde que hace nueve días estalló un camión cisterna que transportaba 10.000 litros de gas licuado. La explosión dejó 21 muertos y un centenar de heridos, entre ellos seis niños.
Paralelamente, los peruanos temen un brote de coronavirus: hay dos turistas chinas bajo observación en un hospital de la ciudad andina del Cusco.
Otros cuatro casos sospechosos fueron descartados en Lima el viernes, tres chinos y una peruana, llegados desde China, que tiene estrechos lazos comerciales con Perú.
«Las personas están sufriendo muchas cosas a nivel mundial (…). Por lo menos los payasos hacemos una parte de retirar ello», dice a la AFP el salvadoreño David Navarrete, apodado «Cheverito».
«Mechita» campeón
Cada competidor luce un atuendo y maquillaje particular, pero todos calzan enormes ‘chalupas’ (zapatos) y llevan narices rojas, con excepción del boliviano ‘Mechita’, que lleva una negra.
«He venido acá porque quiero postular al Congreso», dice «Mechita’ apenas sube al escenario, arrancando carcajadas de la multitud pocos días después de que los peruanos eligieran un nuevo parlamento para reemplazar al disuelto por el presidente Martín Vizcarra. El Congreso era la institución más desprestigiada del país, según sondeos.
Con ‘poncho’ (manta con abertura para la cabeza) y ‘chullo’ (gorro de lana con orejeras) tradicionales de la zona andina, el boliviano entra montado sobre una llama de madera cubierta con lana llamada ‘Yamaha’.
El público ríe sin parar los 10 minutos de la presentación de ‘Mechita’ (Boris Tito Aguilar), quien al final se lleva la corona del Mundial por decisión de un jurado de cinco miembros, entre ellos el célebre payaso italiano David Larible.
Compiten también payasos de Guatemala, Colombia, Ecuador, Chile y Perú.
«El Guasón nos ayudó»
Varios competidores dicen a la AFP que la película «Guasón» («Joker»), que lidera las nominaciones a los premios Oscar en Hollywood, les ha permitido obtener más ingresos en su singular oficio que, según ellos, siempre sufre altibajos.
«La película impactó (en el oficio) porque de alguna manera nos benefició. La gente quería ser maquillada como Joker», cuenta ‘Toylín’.
«Nosotros nos jugamos al vida, nos jugamos las emociones, sin necesidad de efectos de cámara», indica su colega colombiano ‘Pipelone’ (Felipe Puentes).
El organizador del Mundial, el empresario peruano Ricardo Miranda, recomienda reír, porque «es bueno para la salud», y exhorta a las farmacias a vender narices de payasos.
Sin embargo, lamenta que en su país no se valore la actividad circense.
«Acá en Perú cuando se quiere insultar a alguien se dice ‘no seas payaso’. Cuando se refieren al Congreso dicen que es un ‘circo’. Eso para nosotros es una ofensa», explica el empresario a la AFP.