El expresidente de Nicaragua Enrique Bolaños, que gobernó el país centroamericano entre 2002 y 2007 y fue el último mandatario antes del ascenso al poder de Daniel Ortega, ha muerto este lunes por la noche tras una complicación de su estado de salud.
Bolaños, de 93 años, ha fallecido a las 23.05 horas del lunes (hora local), según ha informado su propia familia, que ha especificado que la muerte se ha debido a su salud «quebrantada».
El expresidente fue un gran crítico de Ortega y una de las principales figuras de la oposición al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FMLN) del actual mandatario, a quien había acusado en diversas ocasiones de no haber dejado el poder desde 1979 –Ortega fue miembro de la Junta de Gobierno de Reconciliación Nacional que gobernó la nación con el triunfo de la revolución sandinista y la caída del dictador Anastasio Somoza Debayle, y posteriormente presidente–.
Cárcel
Empresario que entró en política durante el primer Gobierno de Ortega (1979-1990) para oponerse a la Administración sandinista, Bolaños estuvo en la cárcel y fue objeto de expropiaciones en el marco de la reforma agraria que emprendió el FMLN.
Además de ocupar el cargo de presidente, estuvo al frente de la vicepresidencia del Gobierno de Arnoldo Alemán, también de su formación política, entre 1997 y 2000, aunque durante su Administración inició un juicio contra Alemán por corrupción, lo que le valió críticas de su propio partido.
Entre sus acciones más destacadas al frente del país, destacan sobre todo las económicas, como la firma del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica con Estados Unidos o el perdón del 80 por ciento de la deuda externa que tenía Nicaragua.
- No obstante, algunas de sus medidas sociales también incluyen la propuesta de la prohibición total del aborto, con penas de hasta 30 años.
- También fueron investigados diversos casos de corrupción en su Administración, llegó a declarar en un supuesto tráfico de influencias ante la Contraloría General
- y fue acusado por la oposición de haber cometido delitos electorales durante su campaña.
La familia de Bolaños ha precisado, en el escrito que han divulgado tras su muerte, que en el contexto de la pandemia del coronavirus no se celebrará ningún acto público, siguiendo la voluntad del expresidente, que «llamó siempre a la prudencia y al cuidado».