El dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, «Quino», el autor de Mafalda, murió este miércoles a los 88 años, informó en su cuenta de Twitter su editor, Daniel Divinsky.
«Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará», escribió Divinsky, director de Ediciones de la Flor.
El dibujante más conocido de habla hispana
Hijo de andaluces, Quino había nacido al pie de los Andes, en Mendoza (oeste), el 17 de julio de 1932.
A los 13 años ingresó al colegio de Bellas Artes en Mendoza, pero pronto se sintió «cansado de dibujar ánforas y yesos» y volcó su genio en la historieta y el humor, aunque en su primera etapa, sin palabras.
A los 18 años publicó su primera viñeta en Buenos Aires, pero no fue hasta los 30 cuando del trazo de su lápiz nació Mafalda, la niña que odia la sopa, concebida por encargo para una publicidad de electrodomésticos en 1963.
Con un humor sutil, cargado de crítica social, las tiras de Mafalda y sus amigos Susanita, Miguelito, Manolito, Felipe y Libertad, se publicaron desde 1964 hasta 1973.
Fueron esos los únicos personajes permanentes que dibujó.
Publicaciones
Entre sus otros libros, destacan «A mí no me grite», «Hombres de bolsillo», «Gente en su sitio», «Humano se nace», «Déjenme inventar».
Quino fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias en 2014 y también recibió la Legión de Honor de Francia.
Su legado fue destacado este miércoles por la Real Academia Española de la Lengua. «Nos ha dejado Quino, creador de la inolvidable Mafalda y uno de los dibujantes en español más internacionales. Sus agudas palabras viajaron a ambos lados del Atlántico gracias a sus viñetas y su peculiar sentido del humor», escribió la RAE.
«Mafalda es histórica (…) yo crecí, como otras muchas generaciones, con Mafalda», afirmó el tenista argentino Diego Schwartzman (14º del mundo), que disputa Roland Garros, al enterarse de la muerte de Quino en una conferencia de prensa.
En sus caricaturas siempre reivindicó la libertad, muchas veces ironizó sobre la explotación laboral y también hizo humor con el psicoanálisis.
Una de las última veces que se le vio en público fue en enero de 2015 en un acto en Buenos Aires para repudiar el atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.
«Mafalda hubiera tenido una terrible pena por el atentado», dijo entonces Quino que asistió en silla de ruedas y con un cartel con la leyenda: «Yo soy Charlie».