El arquitecto argentino César Pelli, entre cuyas obras se destacan las Torres Petronas de Kuala Lumpur y el World Financial Center de Nueva York, murió este viernes a los 92 años, informaron allegados.
Radicado desde los años 50 en Estados Unidos, realizó decenas de obras emblemáticas en las principales capitales del mundo que lo destacan como uno de los arquitectos más importantes del siglo 20.
«Quiero enviar mis condolencias a los familiares y amigos del talentoso César Pelli. Las obras que deja en todo el mundo como legado son un orgullo para los argentinos», expresó en Twitter el presidente argentino Mauricio Macri.
También lo homenajeó Juan Manzur, gobernador de Tucumán, la provincia adonde había nacido un 12 de octubre de 1926 y en cuya Universidad Nacional se había graduado como arquitecto.
«La trayectoria mundial del arquitecto Pelli ha sido un orgullo no solo para los tucumanos sino también para todos los argentinos. Un hijo de esta tierra que trascendió por la calidad y monumentalidad de sus obras y por su enorme capacidad de trabajo», expresó Manzur en Twitter.
– Una vida monumental –
Pelli residía en Connecticut, Estados Unidos, adonde había partido en 1952 con una beca de estudios.
Fue decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yale entre 1977 y 1984 y recibió la medalla de oro del Instituto Estadounidense de Arquitectos, además de decenas de galardones.
Entre sus obras más famosas se encuentran las Torres Gemelas Petronas que, con sus 452 metros de altura, fueron las torres más altas del mundo desde su inauguración en 1998 hasta 2003.
Sus diseños innovadores, siempre en sintonía con el entorno, trajeron frescura a la arquitectura con la utilización del cristal y nuevos materiales.
También realizó la ampliación del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en 1984, la Torre Iberdrola en Bilbao; el Internactional Financial Centrer, en Hong Kong; la Gran Torre Costanera, en Santiago de Chile; la torre YPF, en Buenos Aires y decenas de teatros y centros culturales en todo el mundo.
Una de sus últimas obras fue el Salesforce Transit Center, en San Francisco, inaugurada en 2018, una moderna estación de transporte urbano que incluye espacios verdes, centro comercial y anfiteatro.
De carácter afable y extrema humildad, Pelli renegaba de su fama.
«El mundo sería mejor si la fama no existiera. El éxito hace daño, nos hace pensar que somos únicos y especiales. Nadie lo es. Hay que saber qué es lo que uno puede y quiere hacer, qué lo hará feliz toda la vida para tomar ahí los riesgos que hacen falta», había declarado tiempo atrás.
En 2012 recibió en Argentina el Premio Konex de Brillante en el campo de las artes visuales junto con el artista plástico León Ferrari.
Su primera obra fue muy modesta, apenas una casa de verano para sus suegros en la provincia de Salta, que aún existe.
Cuando ya instalado en Estados Unidos lo convocaron para ampliar el MoMA, Pelli era catedrático en Yale donde renunció a su puesto para ponerse al frente del proyecto, aunque ni siquiera tenía un estudio.
«No tenía ni un tablero», recordó alguna vez sobre cómo inició el trabajo que representó un espaldarazo a su carrera y el comienzo de una etapa en la que se dedicó de lleno a sus proyectos, con la fundación de un estudio de arquitectura al que años más tarde se sumó uno de sus hijos, también arquitecto.
Otras de sus obras emblemáticas son la terminal norte del Aeropuerto de Washington, el Carnegie Hall Tower de Nueva York, El Museo Nacional de Arte de Osaka, el Pacific Design Center de Los Angeles y el Aria Resort de Las Vegas.
En los ultimos años había diseñado una obra para su provincia natal: el Centro Cívico de Tucumán en la ciudad de Los Pocitos que remplazará a la casa de gobierno provincial.