Dos presos murieron en un motín desatado por temor al nuevo coronavirus en una cárcel del norte de Perú, tras el deceso de otro interno por COVID-19, informó el sábado el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
“Producto de los enfrentamientos resultaron fallecidos dos internos y un herido en el penal de Chiclayo”, 770 km al norte de Lima, en el motín que estalló el viernes en la tarde y luego fue controlado por los guardias, dijo el INPE en un comunicado.
De acuerdo a las autoridades, la pandemia de COVID-19 ha dejado al menos siete presos muertos y más de 40 infectados en las hacinadas cárceles peruanas. También 26 guardias penitenciarios han dado positivo al virus
El motín en Chiclayo se inició con quema de colchones y destrucción de objetos en los pabellones.
Los reos exigían medidas de protección por temor al contagio de COVID-19, un día después de que un recluso de ese centro, de 51 años, falleciera mientras era trasladado al Hospital Las Mercedes de esa ciudad.
La Policía dijo que el interno fallecido rumbo al hospital arrojó positivo para COVID-19.
Con una capacidad para 1,300 presos, el penal de Chiclayo alberga a 4,400 internos, según datos oficiales.
“Despenalización, sí a la vida, el COVID-19 nos está matando”, escribieron los reos en un cartel que colgaron en un muro de la cárcel.
El INPE dijo que los reclusos se amotinaron «aduciendo supuestos riesgos a la salud a pesar de las medidas de restricción impuestas para evitar el contagio por coronavirus”.
Algunos de los detenidos se sumaron a la protesta con el objetivo de fugarse, según las autoridades.
Perú registraba hasta este viernes 13,489 infectados del nuevo coronavirus y 300 muertos ligados a la pandemia, según un conteo de la AFP a partir de cifras oficiales.