El presidente Jimmy Morales tuvo su disertación en la Sesión Especial sobre las Drogas, esto en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, en su discurso el gobernante resaltó que la política de drogas debe enfocarse a las personas y no a las sustancias.
Morales inició su discurso indicando que en la denominada guerra de las drogas países como Guatemala ha llevado la peor parte, es decir, la carga injusta de pérdidas de vidas humanas.
“Honrosamente puedo decir que Guatemala ha cumplido con sus obligaciones internacionales uniéndose a esta lucha eso a expensas que nuestros recursos son sumamente limitados y en detrimento de la inversión de salud, educación y desarrollo”, subrayó Morales.
Resaltó que Guatemala ha propiciado y facilitado el dialogo franco tomando en cuenta las realidades e intereses de todos los piases buscando acuerdos en una política de drogas más eficaz y humana.
Aseguró que uno de los avances alcanzados, es la reafirmación que la salud y el bienestar de la humanidad es el objetivo de las convenciones internacionales de fiscalización de drogas, lo que nos lleva a priorizar un enfoque humano centrado en la salud pública y no en las respuestas meramente punitivas.
“Las políticas de drogas deben de tener congruencia con la declaración universal de los derechos humanos, poniendo así a las personas y no a la sustancias en el centro de estas políticas”, subrayó el gobernante guatemalteco.
Otro punto que resaltó el gobernante guatemalteco, fue el reconocimiento que las convenciones internacionales tienen la flexibilidad suficiente para que los países apliquen políticas de drogas según sus prioridades y necesidades pudiendo cada Estado decidir soberanamente la política que resulte más conveniente para atender sus realidades desafíos e intereses específicos.
“Uno de los cambios más importantes que necesita la política de drogas vigente, es que prioricemos la reducción de la demanda y dejemos de enfocarnos en reducir la oferta, debemos hacer del balance e integralidad de la política de drogas una realidad, y en ese sentido celebramos el balance que comienza a darse en algunos países desarrollados”, concluyó.