La agencia de calificación crediticia Moody’s descartó que el retraso y la incertidumbre en el resultado definitivo de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que tuvieron lugar el 3 de noviembre supongan un riesgo crediticio para el rating soberano del país.
En un comunicado, la firma admitió que la falta de una conclusión inmediata al proceso electoral puede que eleve la volatilidad del mercado financiero, pero que su previsión es que las instituciones estadounidenses resolverán los retrasos en el conteo de votos y «cualquier disputa posterior» de forma consistente con los «marcos establecidos y de acuerdo al imperio de la ley».
De esta forma, Moody’s detalló que el resultado de las elecciones solo tendrá implicaciones crediticias si «el curso de los acontecimientos» provoca que la firma revise esta conjetura.
«Los retrasos y las peticiones de recuento han ocurrido en elecciones pasadas sin implicaciones crediticias significativas. En estas elecciones, los retrasos en el conteo eran ampliamente esperados, debido al incremento en el voto por correo durante la pandemia del coronavirus», explicaron los analistas de Moody’s.
La agencia alertó de que aunque el riesgo político en el rating de EE. UU. es «relativamente bajo» comparado con el resto del mundo, el proceso electoral destacó la «creciente polarización» entre el electorado estadounidense.
Tras la votación que tuvo lugar el martes, ninguno de los dos candidatos a las elecciones estadounidenses, Joe Biden y Donald Trump, resultó vencedor debido a los retrasos en el conteo de votos en una serie de estados, como Michigan, Georgia o Pensilvania, que podrían inclinar la balanza hacia cualquier lado.