Monseñor Álvaro Ramazzini –futuro cardenal de la iglesia católica– ha dado declaraciones a la prensa este día sobre los sucesos trágicos ocurridos en una comunidad del municipio de El Estor, Izabal, en la que fueron asesinados tres soldados, lo que provocó que el presidente Jimmy Morales decretara el estado de Sitio en ese municipio y 21 más en cinco departamentos.
El religioso dijo que lo sucedido se debe en parte a las «ausencia del Estado» en esta y otras comunidades del país, en donde el narcotráfico aprovecha las condiciones de pobreza para pagarle a la gente que les proteja.
El problema, dijo monseñor Ramazzini, es que «no hay control» en fronteras y territorios y recordó que en Huehuetenango –donde él es obispo–, y San Marcos hay fuerte presencia de los narcotraficantes y la ausencia del Estado es evidente.
Decretar el estado de Sitio «es como patadas de ahogado», porque antes no se ha buscado tener el control por parte de las autoridades.
Para el religioso, el Estado «ha dejado el terreno a los narcos, y quienes tienen más dinero y poder son los narcos», por lo que imponen sus condiciones en las zonas que controlan.
Sobre el apoyo que encuentran de ciertas comunidades, dijo que «la pobreza que afecta a la gente es muy grande. No sería lo mismo si ellos tuvieran trabajos honrados para vivir dignamente. Por eso caen en la trampa que los narcos les ponen, aunque también hay que reconocer que además lo hacen bajo amenazas y por miedo», concluyó Ramazzini.