Armados con rastrillos, palas y bombas fumigadoras, contingentes militares se sumaron este sábado en Honduras a una gigantesca operación para combatir al mosquito causante del dengue, tras subir a 58 los muertos por la enfermedad este año.
La ministra de Salud, Alba Flores, encabezó un pelotón de soldados con uniformes de combate y socorristas vestidos con trajes naranja que se reunieron en una cancha de fútbol al suroeste de Tegucigalpa para iniciar el llamado «Megaoperativo Día D» contra el dengue.
Megaoperativo nacional
El presidente Juan Orlando Hernández anunció el operativo tras una reunión el lunes con los alcaldes de los 298 municipios del país.
Las autoridades sanitarias reconocieron que los hospitales están colapsados por el avance de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, en la peor epidemia del último medio siglo en Honduras.
«El mensaje que se está dando (con la megaoperación) es que cada uno de los hondureños se sume a la destrucción de los criaderos» del vector, expresó este sábado el jefe de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Carlos Cordero, en la cancha de fútbol.
«Sin criaderos, no hay zancudo (mosquito). Sin zancudo, no hay dengue. Si no hay dengue, no hay muertos», proclamó la ministra.
«Ya hay un registro de 58 muertos comprobados en laboratorio y 74 sospechosos, en 34.840 casos» de enfermos hospitalizados, dijo la ministra a la AFP. El último balance de las autoridades era de 54 muertos en más de 28.000 enfermos.
La funcionaria reconoció que la epidemia rebasó la capacidad de 26 hospitales públicos y 1.600 centros de atención primaria en el país.
«Se han dado órdenes en todos los hospitales para que se abran salas de emergencia para atender a los enfermos de dengue, se han contratado 1.400 médicos y enfermeras y se van a contratar otros 800», añadió la ministra.
Cambo climático y crisis política
Flores atribuyó la epidemia a que Honduras «es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático».
Destacó además que el país ha estado afectado por «convulsiones sociales» que impidieron realizar acciones «en conjunto con la población» para prevenir la enfermedad.
Después de los comicios del 2017, Honduras ha sido escenario de frecuentes manifestaciones por parte de opositores que exigen la renuncia del presidente Hernández, al que acusan de haberse reelegido mediante fraude.
La representante de la Organización Mundial de la Salud Piedad Huerta explicó a la AFP que la enfermedad ha desbordado al ser provocada por el serotipo 2, la cepa más agresiva del virus del dengue.
Este serotipo, indicó Huerta, provoca una deshidratación severa en los órganos del cuerpo que, si no se atiende a tiempo, puede causar un shock y hasta la muerte.
Tras el lanzamiento del operativo en el campo de fútbol, militares y socorristas fueron hacia la cima de una montaña en Nueva Capital, una colonia de viviendas maltrechas y calles pedregosas.
Allí envolvieron las casas con densas capas de venenoso humo blanco, limpiaron cunetas, cortaron malezas y fumigaron vehículos que circulaban por las calles, para destruir los criaderos del vector.
«Andan haciendo una gran obra; mi esposo estuvo interno en el Hospital Escuela pero a Dios gracias ya se curó», dijo a la AFP Rosa Esmeralda Soriano, de 58 años, quien había salido de su casa de tablas y láminas de zinc porque aún se sentía el olor del veneno de la fumigación.
«Ese dengue mata. Yo estuve interno cuatro días en el Seguro Social; pegan unos dolores de huesos que no se soportan», expresó José Alvarado, de 40 años, sentado en una piedra a la par de la casa de Rosa.