La Asociación Guatemalteca de Hemofilia (AGH) considera que la situación en el país es preocupante, por un lado, porque se calcula que más de 1,600 guatemaltecos padecen de esta enfermedad, pero por el otro, porque no hay una red hospitalaria adecuada para tratar a este tipo de pacientes.
Tras conmemorarse el Día Mundial de la Hemofilia —17 de abril—, la Asociación Guatemalteca de la Hemofilia indica que hasta el momento sólo se han diagnosticado 245 casos de pacientes con trastornos de coagulación, pero se estima que la cantidad de hemofílicos se ha incrementado.
Por ese motivo, representantes de la AGH se unieron con la Federación Mundial de la Hemofilia, para hacer conciencia sobre este tema, pues se considera que una de cada 10 personas vive con esta enfermedad en el mundo.
El tratamiento consiste en la administración periódica de los factores, proteínas que ayudan a coagular. Sin embargo, resaltan que, lamentablemente, en la red hospitalaria no se garantiza el tratamiento para todos, pues a menudo el medicamento se agota, o es inexistente.
A esta alarmante situación se suma el hecho de que desde hace año y medio el país cuenta con un centro específico para tratar a pacientes hemofílicos, pero el mismo no es funcional, debido a que el tratamiento multidisciplinario —hidroterapia, fisioterapia y traumatología— requiere, en todos los casos, la administración periódica del referido medicamento.
La hemofilia es una enfermedad genética recesiva que impide la buena coagulación de la sangre. Está relacionada con el cromosoma X y existen tres tipos: la hemofilia A, cuando hay un déficit del factor VIII de coagulación, la hemofilia B, cuando hay un déficit del factor IX de coagulación, y la hemofilia C, que es el déficit del factor XI.