Yedá, Arabia Saudita
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, abordaba el lunes en Yedá con dirigentes sauditas la crisis con Irán, horas antes de que Washington anuncie las nuevas sanciones contra Teherán, su enemigo común.
El encuentro se celebra después de que Estados Unidos realizara supuestamente, según medios estadounidenses, ciberataques contra sistemas de lanzamiento de misiles y una red de espionaje de Irán. Teherán aseguró sin embargo este lunes que estos ataques no causaron ningún daño.
Estados Unidos e Irán mantienen un tenso pulso desde la retirada estadounidense en 2018 del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, seguido del restablecimiento de sanciones económicas contra Teherán.
La situación se agravó con los ataques contra petroleros en el Golfo, el 12 de mayo y el 13 de junio, que Washington atribuye a Teherán, que lo desmiente. Y todavía empeoró más tras la destrucción el 20 de junio de un dron militar de Estados Unidos con un misil iraní.
El lunes, Pompeo se reunió en Yedá, en el oeste de Arabia Saudita, con el rey Salmán, antes de entrevistarse con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, según responsables estadounidenses.
«Usted es un querido amigo», le dijo el rey Salmán, cuyo país es un aliado de Washington y gran rival regional de Irán.
«Vamos a hablar de cómo asegurarnos de que estamos todos en la misma línea y de la manera de armar una coalición mundial» ante Irán, declaró Pompeo a los periodistas antes de partir de Washington.
Su visita a Arabia Saudita, primer exportador de petróleo en el mundo, tiene lugar horas antes del anuncio de Washington de nuevas sanciones contra Irán.
«Vamos a poner sanciones adicionales importantes sobre Irán el lunes», escribió el presidente estadounidense, Donald Trump, en Twitter. «Irán no puede tener armas nucleares», agregó.
Ante el inminente anuncio de estas nuevas medidas, el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Abas Mosavi, afirmó este lunes que no tendrán «ningún efecto».
Rusia consideró por su parte que estas sanciones son «ilegales», según afirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Ciberataques sin éxito
Irán niega que busque una bomba nuclear y afirma que su programa tiene fines civiles, pero la administración Trump lo acusa de querer fabricarla secretamente y buscar «desestabilizar» la región de Oriente Medio.
Washington endureció sus sanciones económicas contra Irán en mayo al agregar el acero, el hierro, el aluminio y el cobre a los sectores ya afectados por las medidas punitivas (sobre todo energía y financias).
Estados Unidos pidió que se celebre el lunes una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, según fuentes diplomáticas.
Washington y Teherán reiteran que rechazan ir a la guerra pero la tensión aumenta y la multiplicación de incidentes en el Golfo hace temer una escalada hacia el conflicto armado.
Tras la destrucción del dron estadounidense –en el espacio aéreo iraní según Teherán, en el espacio aéreo internacional según el Pentágono–, Trump dijo que anuló in extremis un ataque contra Irán.
Pero según Yahoo! News y el Washington Post, el mandatario autorizó en cambio represalias en forma de ciberataque contra los sistemas de lanzamiento de misiles y una red de inteligencia iraní encargada de vigilar el paso de barcos en el estrecho de Ormuz.
El ministro iraní de Telecomunicaciones, Mohamad Javad Azari Jahromi, afirmó por su parte en Twitter que su país no sufrió ningún daño tras estos supuestos «ciberataques». «Hemos estado lidiando durante mucho tiempo con el ciberterrorismo y el unilateralismo» de Estados Unidos pero hasta ahora «ninguno de sus ataques ha tenido éxito aunque hacen grandes esfuerzos en ese sentido», afirmó.
Estados Unidos reforzó recientemente su dispositivo militar en Oriente Medio Oriente tras nuevos roces por el anuncio de Irán de que sus reservas de uranio enriquecido superarán el 27 de junio el límite previsto el acuerdo nuclear.