Comercios, un clima cálido, un ambiente amigable, y de fondo los famosos corridos, así como música banda, es la impresión que se tiene al llegar a Tijuana, México; sin embargo, está frontera ha sido estigmatizada por el narcotráfico y la migración, lo cual afirman y lamentan oriundos y expertos del tema en el lugar.
Álvaro Alay
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Con más de 3 mil kilómetros de longitud, la frontera de México y Estados Unidos es utilizada por el crimen organizado para trasegar drogas, así como cruce ilegal de personas; sin embargo, la parte de Baja California y California ha sido una de las partes más explotadas por el narcotráfico con la creación de túneles y trasiego de indocumentados.
Victor Clark director del Centro Binacional de Derechos Humanos, en Tijuana, México, explica que lamentablemente la imagen de Tijuana ha sido estigmatizada por el narcotráfico y la violencia que día a día se vive en el lugar, esto debido al crimen organizado, ya que utilizan esta frontera para trasegar drogas.
El negocio de los carteles de las drogas, es precisamente la frontera, debido a que el cruce de países es donde aumenta el valor de la mercancía, esto por los riesgos que corren los narcotraficantes al ser descubiertos, empero el precio aumenta cuando se trata de México y Estados Unidos.
Un kilo de cocaína que viene de Perú o Colombia en esos países oscila entre US$2 mil 500, kilo que en la frontera de Tijuana cuesta alrededor de US$15 mil, y al cruzar la frontera de Estados Unidos alcanza un valor de US$25 mil, sin embargo, ya ubicado en estados como Nueva York o Washington, el mismo kilo puede alcanzar un valor de hasta US$120 mil.
Pero es exactamente en la frontera donde le da ese valor agregado, un kilo de heroína que se produce en México tiene un valor de US$35 mil pero el mismo cruzando la frontera sube a US$70 mil y ese mismo kilo en las calles de las grandes ciudades llega a US$130 mil, comenta Clark.
Así como las autoridades de migración han implementado tecnología, el crimen organizado se ha modernizado, con la utilización de drones para el trasiego de drogas, así como la creación de narcotúneles sofisticados, embarcaciones y aviones ligeros.
Vicente Calderón fundador del medio Tijuana.press y oriundo de Tijuana explica que la frontera del pacifico de México y Estados Unidos sigue siendo uno de los principales puntos para contrabandear drogas, por medio de los narcotúneles.
Las bodegas de mercadería que colindan a la frontera son utilizadas para la construcción de túneles, sin embargo, este trabajo se puede disimular si tomamos en cuenta que a cada momento circulan camiones y transporte pesado, quienes fácilmente pueden sacar la tierra que produce la construcción de un túnel.
Desde 2006 a la fecha se han ubicado 76 túneles para la movilización de drogas de México a Estados Unidos, los cuales son denominados narcotúneles. Estas infraestructuras se estima que tienen un valor de US$1 millón, monto que recuperan los narcotraficantes con un cargamento de drogas.
Según autoridades, un narcotúnel puede tener un año de vida, es decir que al año de estar operando se ubica este y se desarticula. Expertos en el tema explican que los mismos narcotraficantes se alquilan los túneles.
En búsqueda del sueño
Frustración y esperanza se puede observar en los muros que existen entre Tijuana y San Diego, frontera entre México y Estados Unidos respectivamente, esto debido a que están tan cerca de llegar a ese sueño americano, que muchas veces es frustrado por la falta de oportunidades que tiene los indocumentados en sus países de origen.
Hasta el 16 de noviembre del presente año se han deportado 140 mil 502 centroamericanos de México, esto por ser indocumentados e ir en búsqueda de una oportunidad a Norteamérica, de esta suma, los guatemaltecos son quienes ocupan el primer lugar al tener 64 mil 896 personas retornadas, seguidos por los hondureños, salvadoreños y nicaragüenses, respectivamente.
Victor Clark explica que la cantidad de indocumentados que buscan cruzar la frontera del lado de Tijuana, Baja California y San Diego, California, ha disminuido, debido a que han ubicado otros puntos con menos controles.
Los migrantes cruzan aunque en menor número, ya que diversas circunstancias dieron una disminución, lo que provoca que los coyotes estén desempleados y los que continúan aumentaron sus costos, resalta el experto.
Clark asegura que las personas que desean llegar ilegalmente al suelo americano por medio de los controles que tiene la migración de ese país y la patrulla fronteriza de Estados Unidos, los precios alcanzan los US$14 mil dólares.
Ahora bien, si no se cuenta con esos recursos los otros métodos son cruzar la frontera por puntos desiertos y montañosos, donde el valor llega a US$7 mil por cada persona. Sin embargo, explica que si un guatemalteco desea emprender la odisea debe pagar la mitad cuando esta inicia y la otra parte cuando está en Estados Unidos.