Autoridades mexicanas instaron este sábado a migrantes centroamericanos que intentaron ingresar a la fuerza por la frontera con Guatemala a guardar «orden y respeto», asegurándoles que «hay oportunidades para todos» los que sigan el proceso regular de entrada, mientras Estados Unidos amenazó con cerrarles el paso.
Miembros de la llamada caravana 2020, formada por miles de migrantes en su mayoría hondureños y salvadoreños, forcejearon por la mañana con efectivos de la Guardia Nacional que resguardan el puente internacional Rodolfo Robles, uno de los pasos formales entre México y Guatemala, pero fueron finalmente contenidos.
El general Vicente Hernández, coordinador de operaciones de la Guardia Nacional en el río Suchiate, frontera natural entre ambos países, se acercó a la reja divisoria sobre el puente fronterizo para dirigirse a los migrantes y asegurarles que habrá una «recepción humanitaria» mediante un «ingreso controlado».
«Con orden y respeto todos seremos atendidos. Hay oportunidades para todos. Entendemos la situación, ustedes son nuestros hermanos de Honduras, El Salvador, Guatemala», dijo Hernández a los centroamericanos que respondieron atentos y con aplausos al mensaje del oficial.
Hasta la noche del sábado, unos 800 migrantes habían aceptado regularizar su situación y buscar empleo en México, informó un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM).
En grupos de entre 20 y 30 personas, fueron trasladados en autobuses a la estación migratoria de Tapachula, 37 km al norte de Ciudad Hidalgo, para analizar sus casos, agregó el agente.
EE. UU. amenaza
Tras la tensión matinal, la mayoría de centroamericanos se dispersó del lado guatemalteco, en la ciudad de Tecún Umán.
Alrededor de las 18h00 local (0h00 GMT), el puente internacional quedó vacío de migrantes, mientras unos 40 agentes de la Guardia Nacional custodiaban la reja principal.
«Le pido a las autoridades mexicanas que por favor nos den una oportunidad para poder emprender un buen trabajo y llegar a superarnos», dijo a la AFP Edith Maya, de 40 años, quien salió desde Puerto Cortés, al norte de Honduras, con sus hijos de 9 y 13 años.
Maya espera continuar hasta Estados Unidos o bien encontrar empleo en México.
El INM mantiene operativos en comunidades fronterizas como El Ceibo, Tenosique, El Triunfo, Reforma y Escárcega, por donde usualmente acceden los indocumentados.
El general Hernández detalló que unas 200 personas también intentaron ingresar irregularmente en El Ceibo pero se les contuvo y, aunque se les invitó a registrarse, optaron por regresar al lado guatemalteco, donde se estima que hay un millar de migrantes.
Personal de Migración mexicano colocó cartulinas en la zona fronteriza con información del Programa de Emergencia Social puesto en marcha por el gobierno para atender el éxodo.
Los anuncios señalan que dos programas de empleo serán puestos en marcha en ocho departamentos de Honduras y en 14 departamentos de El Salvador.
El embajador de Estados Unidos en Guatemala, Luis Arreaga, luego de visitar la frontera con Honduras junto al vicepresidente guatemalteco Guillermo Castillo, advirtió a la caravana que su país no les permitirá ingresar de forma irregular.
«Los migrantes que eligen continuar están arriesgando sus vidas en un esfuerzo destinado a fracasar. No se les permitirá ingresar o permanecer en los Estados Unidos», indicó Arreaga, según un comunicado de la misión diplomática.
Miles esperan cruzar
La mayoría de los viajeros indocumentados partió la noche del martes desde la hondureña San Pedro Sula, llegando este sábado por la mañana al puente fronterizo.
En este punto de la frontera, se estima que unas 3 mil personas llegaron con la caravana 2020, de acuerdo con autoridades y medios locales.
El viernes, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció 4.000 empleos a los migrantes de ese contingente.
La Guardia Nacional detuvo el jueves a unos 38 migrantes haitianos que intentaban entrar a México por el río.
Desde el año pasado, México desplegó a miles de agentes y soldados para contener la masiva migración hacia Estados Unidos, una decisión para aliviar presiones de ese país que ha sido criticada por organizaciones civiles.
Human Rights Watch acusó el martes en su informe anual que México infringe los derechos humanos de los migrantes que transitan por su territorio.