La segunda ronda de negociaciones sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá arrancó este viernes en medio de amagos del presidente Donald Trump de retirarse del acuerdo.
Este encuentro, que se prolonga hasta el martes, se realiza en un hotel Ciudad de México en medio de un gran hermetismo, sin mensajes a la prensa, a diferencia de la primera ronda, celebrada en Washington del 16 al 20 de agosto.
Sesionan 25 mesas de trabajo que abordarán temas como acceso a mercado de bienes, inversión, facilitación comercial, medio ambiente, comercio digital, transparencia y anticorrupción, informó en la secretaría de Economía mexicana.
También se discutirá el delicado tema de las reglas de origen, esto es, el contenido que deben tener los productos para no pagar aranceles. Es un tema importante para la vital industria automotriz de México.
Se espera que al concluir las actividades, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, se reúna con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Los tres socios aspiran a concluir las tratativas antes de fin de año para que no interfieran en las elecciones legislativas de Estados Unidos y la presidencia de México de 2018.
–Amagos de abandono–
Pero el encuentro se realiza en medio de renovadas amenazas de Trump de abandonar al acuerdo comercial vigente desde 1994.
«Tenemos que contemplar esa posibilidad» dijo este viernes a la cadena Televisa Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y quien ha participado en un diálogo del gobierno con el sector privado.
El empresario llamó al gobierno a delimitar en lo inmediato una «plan B» que explore posibilidades con otros 45 países con los que México mantiene acuerdos y que se dé certeza jurídica a las inversiones.
«A Estados Unidos le exportamos con reglas TLCAN el 37% (de las exportaciones mexicanas), si llega a no existir el TLCAN (…) el impacto es en promedio 4% que tendríamos que pagar para exportar allá, lo que tenemos hacer inmediatamente es bajar costos a las empresas, meter incentivos a la exportación», propuso.
Trump ha tildado al TLCAN como el peor acuerdo comercial jamás firmado y le achaca la pérdida de empleos en su país y el déficit de poco más de 64.000 millones de dólares que registra con México.
Ha amagado con dejar unilateralmente el pacto en base a la cláusula 2205, según la cual sólo tiene que notificarlo seis meses antes, si bien otros expertos señalan que el Congreso estadounidense podría intervenir en la decisión.
México ha respondido que no negociará en redes sociales desde donde Trump suele despotricar contra el TLCAN. México ha evitado ahondar públicamente las controversias con Trump y atribuye su enérgico tono antimexicano a su «peculiar» manera de negociar.
«Se considera que (la amenaza) podría ser parte de la estrategia de Trump para presionar a México y Canadá para aceptar sus condiciones», señalaron analistas del banco Santander.
–Expectativa mexicana–
Pese a las provocativas declaraciones de Trump, México espera lograr un buen acuerdo al tiempo que trabaja en el plan B que contempla diversificar sus socios para reducir su dependencia de Estados Unidos, destino de 80% de sus exportaciones.
Al mismo tiempo, los empresarios mexicanos esperan que en esta ronda queden fuera los temas políticos.
«Mientras sigan avanzando los temas técnicos es una buena señal y esperemos poner por separado los temas políticos de los temas técnicos», dijo este viernes Moisés Kalach, director del consejo de negociaciones internacionales del CCE.
También preocupa la insistencia de Washington en disminuir su déficit comercial mediante una negociación comercial, pues los expertos señalan que ese saldo rojo obedece a factores estructurales de Estados Unidos.
«El déficit no obedece a qué bien o qué mal están los tratados, obedece a cuestiones macroeconómicas», dijo a la AFP Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.
Los expertos esperan también que las negociaciones lleguen a buen puerto.
«Esperamos unas negociaciones donde se mejore el tratado y se modernice, de tal manera que sea positivo para los tres países», agregó Serrano.