Autoridades migratorias mexicanas han deportado en nueve días a más de 2,000 hondureños, integrantes de la llamada «caravana 2020», según un conteo difundido este lunes por la Secretaría de Gobernación (interior) y el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
Las instancias indicaron que «el retorno asistido» de los centroamericanos se realizó durante un periodo que comprende desde el 18 de enero hasta este lunes, cuando unos 240 hondureños fueron deportados vía aérea desde la ciudad de Toluca (centro) con destino a San Pedro Sula.
«A través de ocho viajes en aeronaves de la Guardia Nacional (GN) y dos, tipo chárter, fueron trasladados 1,064 personas migrantes hondureñas que formaban parte del contingente que ingresó de manera irregular a territorio mexicano, durante este periodo», señalaron las instituciones en un comunicado.
Los centroamericanos ingresaron la semana pasada a México de manera ilegal desde Guatemala con la intención de llegar a Estados Unidos.
El INM detalló que 1,064 migrantes fueron traslados vía aérea, mientras que otros 1,239 fueron repatriados vía terrestre desde los estados sureños de Chiapas y Tabasco.
Indicó que la deportación de los hondureños contó con el apoyo de la Guardia Nacional mexicana y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (interior), así como de personal de Aduanas y Protección Civil.
Por su lado, el gobierno de Honduras informó el jueves pasado que hasta esa fecha un total de 1,754 hondureños habían sido deportados desde Guatemala y México.
Las autoridades mexicanas afirmaron que la deportación de los hondureños se efectuó «en apego a la Ley de Migración y con pleno respeto a los derechos humanos».
Pero efectivos de la Guardia Nacional detuvieron el jueves con golpes y gases lacrimógenos a unos 800 integrantes de la caravana que intentaban transitar por la frontera sur de México, lo que generó un ambiente de mucha tensión, e incluso una crisis de pánico entre mujeres y niños.
Organizaciones defensoras de derechos humanos, incluida la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, exhortaron al gobierno mexicano a «preservar la unidad de las familias migrantes» y a asegurar la no devolución de quien enfrenta riesgos de persecución.
La caravana 2020, que salió el 14 de enero de Honduras, ha ido aumentando a su paso por Guatemala con la incorporación de migrantes guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.
Tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desplegó entonces unos 26,000 militares en sus fronteras norte y sur.