México batalla por eliminar gritos homofóbicos de sus estadios

La atención del Estadio Azteca estuvo a mediados de octubre en los tres goles que México anotó a Panamá en la Liga de Naciones y en la probabilidad de que los aficionados gritaran ‘ehhhh, ¡puto!’, un término con el poder de dejar al ‘Tri’ fuera del Mundial Catar-2022.

Esas palabras, que en el país se utilizan para denigrar a personas homosexuales, las gritan los aficionados cuando el portero rival realiza un saque de meta, y le han costado antes 14 multas a México ante la FIFA, que las considera discriminatorias.

Antes del encuentro, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) -que no estuvo disponible para comentar a la AFP- había advertido a los aficionados sobre el uso de esas palabras a través de una campaña.

«Apoya a la selección sin ofender al rival. No te quedes fuera del juego», decía una manta colocada al centro de la cancha ante del silbatazo inicial ante Panamá.

Además, en las pantallas del estadio Azteca se transmitió un anuncio en el que varias personalidades del fútbol advertían sobre el grito. «Grita todo lo que tú quieras menos el grito que nos deja fuera del juego», decían jugadores y comentaristas en el video.

La campaña es uno más de los esfuerzos para evitar el grito y la posibilidad de que México no asista al Mundial de Catar, un escenario inimaginable para miles de aficionados al fútbol, por mucho el deporte más popular en el país.

«Si no tenemos resueltos estos problemas antes de los juegos eliminatorios del Mundial 2022 peligra nuestra participación. Podríamos quedar fuera de la Copa del Mundo», advirtió en septiembre Yon de Luisa, presidente de la FMF.

De Luisa explicó que las posibles sanciones de la FIFA también incluyen una multa de 20.000 francos suizos (unos 20.180 dólares), jugar con espectadores limitados, deducción de puntos, pérdida de partidos o jugar sin espectadores.

Según la prensa especializada, el grito discriminatorio tal como se conoce ahora comenzó a aparecer en 2003 en las tribunas mexicanas. En ese año, los aficionados del club Atlas de Guadalajara lo dedicaron al guardameta Oswaldo Sánchez, que jugaba para Chivas, el equipo rival de la ciudad.

Nuevas sanciones

A finales de septiembre, la FMF anunció varias reglas para evitar el grito, que tuvieron su debut en el partido contra Panamá y continuarán con los próximos partidos de la liga mexicana.

Si los aficionados gritan «puto» pueden ser retirados del estadio, si insisten, el partido se puede suspender temporalmente y el siguiente juego se puede llevar a cabo a puerta cerrada.

Además, la FMF se alió con Conapred, la institución del gobierno encargada de evitar la discriminación, para delinear un plan de acción a mediano plazo que comenzará con un diagnóstico del problema.

«El fútbol es un espacio que tiene un megáfono en términos de su exposición al público, de cierta forma si somos permisivos con los actos de discriminación en el fútbol estamos considerando que es posible afuera también», dijo a la AFP Alexandra Haas, titular de Conapred.

Sin embargo, el grito «puto» no es la única expresión discriminatoria que ha llamado la atención de Conapred.

La institución ha abierto antes indagatorias por expresiones racistas en la liga mexicana. Por ejemplo, en 2010 el panameño Felipe Baloy, entonces jugador del club Santos, denunció que jugadores de Pumas le llamaron «esclavo», «mono» y «negro» durante un partido.

México no es el único país que batalla con el problema de los cantos racistas y discriminatorios.

A mediados de octubre, los aficionados de Bulgaria lanzaron gritos racistas y gestos nazis a los jugadores negros de la selección inglesa durante un partido clasificatorio a la Eurocopa 2020, lo que provocó que la UEFA abriera un expediente.

«Canto de guerra»

Algunos aficionados mexicanos apoyan la campaña para eliminar el grito, aunque otros consideran que restringe su derecho a entonar lo que llaman un «canto de guerra».

«Lo veo bien porque están retirando algo que a la población y al mundo se le está haciendo costumbre. Va a ser bueno para el fútbol. No se nos hace justo que por unos paguemos todos», dijo Erick Ramírez, un aficionado de 18 años.

«Es algo que ya tienen que hacer porque ya estamos cerca del Mundial», agregó.

En contraste, Eusebio Valdez, un aficionado de 52 años, defendió su derecho a realizar ese grito.

«Cada grito es inconfundible para cada país. Tanto en los países sudamericanos como en Europa cada equipo tiene su grito, se le llama grito de guerra», dijo. «Yo lo veo mal que nos lo prohíban porque es algo que es de nuestra cultura. No les afecta a nadie».

Sin embargo, las autoridades del fútbol mexicano se mostraron decididas a erradicarlo en el partido contra Panamá.

Femexfut agradeció a la afición en un comunicado al término del partido su «comportamiento ejemplar», aunque dijo que retiró a algunos aficionados por proferir gritos discriminatorios contra el portero panameño Luis Mejía.

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